Quien la sigue la consigue. Sí, incluso DeAndre Liggins. Cuando todos esperábamos la consabida tesela del mosaico, Wojnarowski nos ha sorprendido, quebrando la progresión, con un soplo distinto. Liggins no era despedido de los Pelicans tras su segundo contrato de diez días. Tampoco, en las previsiones más optimistas, era firmado hasta final de temporada. En New Orleans se han estirado como pocos equipos antes, y han dotado al forward de una estabilidad extrañamente nueva para él.
Defensa… y más defensa
Las fuentes de Woj y ESPN indican que la franquicia del sureste del país ha extendido una oferta de dos años a un jugador superviviente de profesión y nómada por obligación. Mientras algunos apostillaban por la anotación Shabazz Muhammad o la clase de Tyreke Evans, ha sido el tesón y la entrega defensiva de Liggins la que ha terminado conquistando a los Pelicans.
En las oficinas han entendido que con Mirotic (y la cercana vuelta de Salomon Hill) tienen puntos suficientes, y tras la salida de un irrelevante Tony Allen tocaba reforzar el coselete perimetral. A sus 29 años, Liggins hace valer sus intangibles atrás para hacerse hueco en un equipo con (a pesar de la baja de Cousins) aspiraciones de playoffs.
Si alguien os pregunta ¿por qué Liggins? No respondáis; simplemente haced un gesto hacia la fotografia.