El propietario de Indiana Pacers podría demandar a los Lakers

En Indiana no andan contentos. Esta semana se ha sabido que la NBA impuso una multa de 500.000 dólares a Los Angeles Lakers por saltarse las reglas —tampering— y contactar con Paul George a pesar de estar bajo contrato con otro equipo, pero la sanción no ha calmado los ánimos al propietario de los Pacers.

Según ha podido saber el periodista Peter Vecsey, Herb Simon, propietario de Indiana Pacers, podría estar estudiando la opción de presentar una demanda por daños y perjuicios contra la NBA y los Lakers por el caso George. A juicio de Simon la multa de medio millón de dólares no soluciona nada del problema ya que es una pena minúscula para lo que podría haber sido. Adam Silver, comisionado de la NBA, tenía facultades suficientes para sancionar a los Lakers con hasta 5 millones de dólares, la pérdida de alguna futura primera ronda del Draft o incluso sanciones a los ejecutivos involucrados, concretamente Magic Johnson y Rob Pelinka. La investigación del caso ha durado casi dos meses y se inicio a causa de una petición formal del propio Simon.

Simon “planea decir algo en la próxima Junta de Gobernadores”, escribe Vecsey sobre la información que ha recibido por parte de alguien muy cercano al propietario de los Pacers. “Está tan harto que no me extrañaría si demanda a la liga y los Lakers por daños”, dice su fuente.

Simon considera que una penalización así no evitará que otros equipos puedan actuar de igual manera en el futuro y para él lo que ha ocurrido con George ha supuesto un antes y después en el estado de la franquicia de Indianápolis, la cual ha entrado en proceso de reconstrucción deportiva. Los Pacers decidieron traspasar a George a cambio de Victor Oladipo y Domantas Sabonis 15 días después de saber de primera mano que George no renovaría con ellos y que su deseo era jugar en los Lakers a partir de 2018.

Pelinka, el causante

El comunicado de la NBA y posterior de los Lakers dejaban claro que Rob Pelinka, general manager de los californianos, había sido el causante de esta situación al haber contactado con el agente de Paul George sin tener permiso para hacerlo. El comunicado reflejaba una petición de disculpas por parte de Pelinka y un aviso de que no volverá a ocurrir algo similar en la franquicia de Los Ángeles por parte de un abogado externo.

En su columna Vecsey dice que Pelinka dijo textualmente al agente de George, Aaron Mintz, la frase “nos gustaría que tu hombre jugase para nosotros” y expone su desacuerdo con la decisión de Jeanie Buss, propietaria de los Lakers de no cesar o suspender indefinidamente a Pelinka.

El caso Boozer

Para poner en contexto la actuación de Pelinka, Vecsey ha recordado la negociación que protagonizó el ahora general manager de los Lakers en 2004. Por entonces Pelinka era agente de jugadores, entre ellos Carlos Boozer, y el ala-pívot y Pelinka pidieron a la directiva de Cleveland que no ejecutase la económica opción que los Cavs tenían sobre él —el año anterior apenas había percibido 600.000 dólares— para así salirse de ese contrato y firmar un nuevo contrato con los de Ohio por varios años y mejor salario, algo que estuviese más acorde a su rendimiento.

“Queríamos firmar a largo plazo con él”, dice un antiguo empleado de los Cavaliers. “Tan pronto como le dejamos libre, Pelinka comenzó a evaluar ofertas de otros equipos, en contra de su palabra”.

Finalmente Carlos Boozer se marchó de Cleveland para jugar en Utah Jazz.


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