Houston Rockets está dispuesto a hipotecar su futuro para ganar ya. A finales de septiembre, en plena fiebre tras la petición de traspaso de Jimmy Butler, el periodista de FOX Mark Brerman señalaba que los de Texas iban sin miramientos a por el escolta de Minnesota. Ahí quedó todo. El rumor no dio el siguiente paso y era Miami Heat el equipo que estaba a punto de cerrar el acuerdo.
Ninguno de los paquetes ofrecidos por los de Florida fraguó. Butler, quien se mantuvo al margen de la disciplina de los Timberwolves durante los partidos de pretemporada, volvía al equipo para iniciar la campaña mientras que el interés en conseguir sus servicios de enfriaba salvo por el pequeño apunte de Dallas Mavericks. Eso acaba de cambiar. Según informa Adrian Wojnarowski de ESPN Houston Rockets vuelve a la carga con todo. Y cuando decimos todo nos referimos a que los de Texas habrían puesto sobre la mesa hasta cuatro futuras selecciones de primera ronda para el Draft en su última oferta.
Este nuevo paquete dista enormemente del que se planteaba hace un mes. Por aquel entonces la oficina de Houston se mostraba mucho más precavida; tanto es así que sonaban como posibles activos P.J. Tucker, Eric Gordon y quizás un pick de primera ronda. Ahora tratarían de rebajar el número de jugadores a intercambiar, equilibrando quizás el intercambio incluyendo a Brandon Knight (15 millones de dólares), puesto que deben soltar un montante salarial similar al recibido.
En cuanto a los picks ofrecidos, cuatro es la máxima cantidad pueden ofertar, ya que la NBA especifica que no se pueden traspasar elecciones de primera ronda de años consecutivos y que no pueden intercambiarse más allá de siete años vista. Por último, respecto a la protección de las selecciones, estas serían limitadas, ya que solo tendrían validez si no se transfieren a la siguiente temporada.
¿Qué les ha hecho cambiar de estrategia? Puede que los resultados. Aunque aún es pronto para hacer un análisis de peso, ya que van solo cuatro partidos y dos de ellos los han jugado sin Chris Paul, lo cierto es que las sensaciones no están siendo buenas. Harden habla de que se trata simplemente de un proceso y que acabarán estando tan bien como el curso pasado, pero de puertas para dentro no parecen estar tan convencidos.
La llegada de Carmelo Anthony, un jugador que sin duda no destaca por su defensa, ha coincidido con el adiós de dos luchadores como Trevor Ariza y Luc Mbah a Moute. Puede que en un primer momento los Rockets pensasen que iban a estar bien y que podrían equilibrar el juego por otro camino, pero no está siendo así. Con esa perspectiva, sumar al grupo a un All-Star que vive en la élite a ambos lados de la cancha podría suponer una enorme diferencia.
¿Ganar ya a toda costa?
La sensación de que Golden State Warriors es inalcanzable puede estar haciendo mella en Houston. El curso pasado se quedaron a un partido de superarles, pero esa nimia distancia parece que se ha disparado en un abrir y cerrar de ojos. Entonces… ¿Qué hacer? La respuesta apunta a apostarlo todo a una carta. En estos momentos los Rockets acumulan 136,5 millones de dólares en salarios; es decir, pagarían impuesto de lujo. Eso no va a detenerles. El propietario del equipo aseguraba hace poco que estaban dispuestos a cualquier gasto por un campeonato. Sin embargo, lo que se plantea ahora va mucho más allá. Se trata de arriesgar el futuro por el presente.
Hablamos de cuatro selecciones de primera ronda, y con ese número ante los ojos cuesta no recordar la locura que se hizo en Brooklyn hace años. Y más allá de ellas, si Houston consigue a Butler nadie les asegura que vayan a poder retenerlo más allá de 2019, momento en el que pedirá el máximo, el cual se estima para él en cuatro años y 110 millones de dólares (27,5 por año). En caso de que le convencieran y aceptasen firmar tal acuerdo, tendrían comprometidos hasta 134 millones de dólares en solo cinco jugadores para la temporada 2019-20 (James Harden, Chris Paul, Clint Capela, Eric Gordon y Jimmy Butler). ¿Merece la pena? Depende de si consiguen conquistar el anillo.