El pasado verano, Paul George parecía destinado a jugar en Los Angeles Lakers, pero la historia terminó siendo bien distinta, pues el jugador californiano está a punto de entrar en su segunda temporada como puntal de Oklahoma City Thunder, con extensión de contrato incluida hacer una par de meses. El alero, no obstante, estuvo muy cerca de ser traspasado a la entidad púrpura y oro poco antes de la celebración del Draft 2017.
Corría el final de temporada 2016-17 y George ya había hecho saber a los Indiana Pacers, por entonces su equipo, que saldría del equipo cuando fuera agente libre en 2018. Su destino, preferentemente, iban a ser los Lakers pues el alero crecido al calor de California sentía en tal momento un fuerte sentimiento de llamada para volver cerca de casa.
Indiana, que en aquel momento había perdido al arduo negociador Larry Bird como presidente de operaciones, se dispuso a negociar con el que, si no era mediante un traspaso, sería el destino de Paul George en la agencia libre 2018. Cerca estuvo de llegar el acuerdo, con unos Pacers que hubieran aceptado a Brandon Ingram o el número 2 del Draft 2017 —que acabó siendo Lonzo Ball— a cambio de George, tal como pudo reconocer el periodista Adrian Wojnarowski (ESPN).
El pensamiento de los Lakers, sin embargo, fue algo similar a lo siguiente: «Si vamos a poder tenerle sin dar nada a cambio el verano que viene, en 2018, por qué deberíamos dar a cambio ahora una pieza importante de nuestro futuro». El razonamiento no iba mal encaminado, dado que existía la creencia general de que por voluntad propia Paul George solo se movería a los Lakers. Sin embargo, Indiana captó la indirecta procedente de Los Angeles y buscó nuevas franquicias interesadas en su jugador.
Al final, terminó traspasándolo a Oklahoma a cambio de Victor Oladipo y Domantas Sabonis, jugadores ahora claves en el presente y futuro de la franquicia.
Lakers, mirada en agentes libres 2019
Total, que al final los Lakers se quedaron sin George aunque sí mantuvieron en liza a Ingram y Lonzo Ball, además de haber podido incorporar a LeBron James este verano, movimiento con el que su futuro inmediato se aclara más que nunca desde el último anillo de la franquicia (2010).
Qué duda cabe que los Lakers tratarán de resarcirse de la no llegada de Paul George en 2019, el verano que viene, período en el que habrá una suculenta barra libre de jugadores en el mercado en la que estarán nombres como Kyrie Irving, Kemba Walker, DeAndre Jordan, Klay Thompson, DeMarcus Cousins, Myles Turner, Marc Gasol, Hassan Whiteside, Goran Dragic, Khris Middleton, Eric Bledsoe, Jimmy Butler, Kristaps Porzingis, Carmelo Anthony, Nikola Vucevic, Kawhi Leonard o Ricky Rubio.