La fortuna no sonrió a los Knicks durante la celebración del lottery draft de agosto. Pese a concluir el curso 2019-20 con un desastroso balance de 21 victorias y 45 derrotas, la franquicia neoyorquina cayó hasta el octavo puesto aún disponiendo de un 9% de probabilidades de hacerse con el número uno.
Así, en las últimas semanas se ha barajado la posibilidad de que en las oficinas de La Gran Manzana persigan a toda costa escalar posiciones en el draft. Una intención que fue confirmada hoy cuando enviaron los picks 27 y 38 a Utah a cambio de su selección número 23. Un movimiento que solo supondría el punto de partida del trabajo a realizar en las oficinas.
Según una información procedente de Bleacher Report, los Knicks siguen explorando opciones que les permita rascar algún puesto más en el draft. En concreto, les gustaría transformar su octava selección en un pick 5 o 6, para lo cual pondrían sobre la mesa la primera ronda obtenida desde los Jazz y su propio pick.
En los despachos de los Knicks se barajan diversos nombres pero no es seguro que estos no sean elegidos antes del octavo puesto, lo que habría empujado a la franquicia a acometer una nueva operación que les asegure el perfil deseado. Entre los diversos nombres sugeridos estarían los de Obi Toppin, Tyrese Haliburton, Killian Hayes, Patrick Williams o Devin Vassell. LaMelo Ball también ha despertado un gran interés en Nueva York, pero los mock draft lo proyectan entre los tres primeros puestos.
Disfrutar de una selección más alta y poder reclutar a un prospect más talentoso sería un buen augurio para unos Knicks deseosos de cambiar la narrativa de los últimos años y regresar nuevamente a la relevancia deportiva en la Conferencia Este.