La reciente lesión de LeBron James ha supuesto un contratiempo de gran magnitud para Los Angeles Lakers. El de Akron se perderá varias semanas de competición por un esguince de tobillo, un golpe muy duro para un equipo que ya contaba con otra ausencia delicada como la de Anthony Davis.
Así, a la franquicia angelina le urge añadir potencial ofensivo para hacer frente a unas semanas complicadas sin sus dos grandes estrellas. Según una información de ESPN, los Lakers podrían usar a Kentavious Caldwell-Pope como moneda de cambio para reforzar estas carencias temporales.
Desde que firmó con los Lakers en 2017, Caldwell-Pope ha sido un jugador clave en la rotación. Es un sólido anotador desde el perímetro, peligroso en transición y eficaz en defensa. Su buen rendimiento en las Finales de 2020 fue recompensado con una renovación por tres años y 40 millones de dólares.
Sin embargo, carece de la capacidad para crear sus propios lanzamientos, poner la pelota en el piso y generar juego para sus compañeros, tres aspectos fundamentales que requieren ahora una mayor atención para solventar las delicadas bajas.
Paralelamente, otros rumores contemplan la posibilidad de un traspaso por Montrezl Harrell, lo que avisa de posibles cambios importantes en los próximos días. Además, cada vez gana más fuerza la llegada de Andre Drummond tras cerrar un buyout con los Cavaliers.
(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)