Los Indiana Pacers oficializaron en el día de ayer el despido de Nate Bjorkgren apenas ocho meses después de haber aceptado el cargo como entrenador jefe. Tras una campaña bastante tumultuosa, la franquicia logró un puesto en el torneo play-in antes de caer derrotados ante los Washington Wizards en el último y definitivo encuentro.
La salida del técnico abrió también la vía de las especulaciones acerca de los posibles cambios que puedan darse en el roster en función del nuevo head coach contratado. Sin embargo, todo apunta a que este se mantendrá prácticamente inalterable. Según informa el medio IndyStar, los Pacers no planean llevar a cabo grandes movimientos este verano. Sin ser una opción completamente descartada, el propietario Herb Simon no quiere sumergirse de lleno en una reconstrucción y prefiere seguir compitiendo.
El único frente abierto es el de Myles Turner. El center fue objeto de interés comercial antes del cierre de mercado y se espera que este verano varias franquicias llamen al teléfono del jefe de operaciones de Indiana, Kevin Pritchard. Desde el propio IndyStar señalan que Charlotte Hornets y Minnesota Timberwolves podrían pujar muy fuerte por él.
Más allá de Turner, los Pacers mantendrán el resto del núcleo de jugadores, compuesto por Domantas Sabonis, Malcolm Brogdon, Caris LeVert y T.J Warren. Este último es el único sin contrato más allá de 2022. A mayores, en las oficinas tendrán que decidir qué hacer con Doug McDermott y T.J. McConnell, ambos piezas vitales saliendo desde el banquillo. Los dos finalizan contrato este verano pero el poco margen salarial presente implicaría superar el impuesto de lujo en caso de querer mantenerlos en nómina.
No obstante, las piezas que puedan caer durante el verano no recibirán el primer impulso hasta que se contrate a un nuevo entrenador jefe. De momento, el nombre que ha sonado con más fuerza es el de Terry Stotts.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)