Para que alguien entre, otro u otros deben salir. Y más si el posible recién llegado puede costar una nómina anual cercana a los 40 millones de dólares. Los Rockets están trabajando para liberar masa salarial y que haya sitio suficiente donde pueda aterrizar la carga económica brutal que traería consigo un contrato a Chris Paul.
Hace unos días informábamos de que Houston tenía tres jugadores en la lista de transferibles: Lou Williams, Patrick Beverley y Ryan Anderson. De ese trío, Anderson era el más caro en cuanto a contratos suscritos y el que más años presentaba de vinculación con la entidad texana.
Un total de 61 millones en tres cursos
Eso es lo que le resta por percibir a Anderson del acuerdo que firmó con los Rockets en julio de 2016, y que reflejaba un total de cuatro temporadas y 80 millones de salario global. En la 2016/17 ha ganado 18,7 millones y le quedarían exactamente 61,1 kilos por ingresar: 19,5 millones en la 2017/18, 20,4 millones en la 2018/19 y 21,2 kilos en la 2019/20.
Sacramento, candidato
Los Kings quieren reconstruir. Su acierto en el Draft camina en esa dirección, pero en todo proyecto joven se necesita un veterano. Según ESPN, los californianos estarían interesados en adquirir la figura de un cuatro abierto como Anderson, que precisamente nació en Sacramento, que ha firmado un buen año con los Rockets tras su estancia en New Orleans y que, en la madurez de su carrera con 29 años de edad, podría ser una buena opción para añadir experiencia en una plantilla que se antoja interesante en el porvenir, iniciada la era post DeMarcus Cousins.