Es solamente una anécdota, pero durante un tiempo muerto en el partido disputado en Denver, Russell Westbrook decidió “descargar” su frustración hacia fuera. Rocky, la mascota de los Nuggets, salió a la cancha para lanzar un tiro desde media cancha, y Westbrook saltó para impedir que el tiro (en el caso de que llegase y ya entrase) fuera a canasta. Y lo hizo hasta en dos ocasiones, con el consiguiente enfado del público: