En dos ocasiones estuvo la patata caliente en manos de Kemba Walker, y en ambas respondió el base con acierto para poner en pie al público del Time Warner Cable Arena y dar la primera victoria de la temporada a los Charlotte Hornets.
Tras una gran remontada, a falta de 7 segundos y sin tiempos muertos para preparar jugada alguna, Walker recorrió la pista y se jugó un triple, casi en carrera, para poner el empate en el luminoso y forzar la prórroga ante los Milwaukee Bucks.
Ya en el tiempo de prolongación, nuevamente el playmaker de los Hornets asumiría la responsabilidad del último lanzamiento. En esta ocasión, para poner a su equipo con dos puntos de ventaja (108-106) a falta de 5 segundos, y resultado que sería a la postre definitivo.
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Walker finalizó con 26 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias con una serie de 9 de 26 en el tiro. Los Hornets remontaron 24 puntos de diferencia, la mayor remontada de la historia de la franquicia.