La derrota de los Pelicans ayer ante los Rockets de un inspirado James Harden provocó a reacción ante los micros de su entrenador Alvin Gentry.
«Salimos aquí después de cada partido y decimos ‘Bueno, ya sabes, seguimos en la carrera por los Playoffs’. No, no estamos en ella. No estamos», afirmaba con un cabreo visible el antiguo asistente de los Warriors. «Lo que somos es… Somos un equipo que, cuando tiene la oportunidad de hacer algo, no lo hace. Esa es la conclusión».
Los Pelicans perdieron 22 veces el balón —cinco de ellas en el último cuarto— y solo anotaron dos puntos desde que el marcador señaló 2 minutos y 58 segundos para el final. «Estamos seis puntos arriba, cometemos tres pérdidas seguidas. No puedes hacer eso y ganar fuera de casa. Es así de simple».
Y eso que los Rockets sumaron 21 pérdidas y solo anotaron 3 de los 34 triples que intentaron. «Ha sido duro. Ha sido una derrota dura», comentaba el líder anotador de los de New Orleans en el partido, Norris Cole. «Hemos tenido pérdidas importantes y ellos aprovecharon nuestros errores», añadía un gris sobre la cancha Anthony Davis.
Lo cierto es que ver a los Pelicans en la postemporada sería toda una sorpresa. Se encuentran en estos momentos a seis partidos de distancia del octavo puesto del Oeste delimitado precisamente por los Rockets y tienen por delante a Utah Jazz, Sacramento Kings y Denver Nuggets. Según el ESPN’s Basketball Power Index los de Gentry empezaban el partido de ayer con un 0,9% de posibilidades de entrar en Playoffs, un porcentaje ínfimo que lo es más todavía tras la derrota.