Dos equipos metidos en la embarrada zona media del Este ofrecieron un duelo digno de su situación actual: no necesariamente brillante, pero deliciosamente intenso. Con necesidad de una prórroga, Atlanta superó con triunfo la visita de los Knicks por 102-98, en un partido que un expulsado Carmelo Anthony no pudo terminar.
Costosa reacción
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Acercandose al final del segundo cuarto, una lucha por un rebote que nunca se acercó a ellos dejó enganchados a Anthony y a Thabo Sefolosha. El alero de los Knicks dejó soltar el brazo, impactando en la cara del jugador de Atlanta. Como consecuencia, los árbitros le señalaban una falta flagrante de segundo grado y la consecuente expulsión, la décima de su carrera NBA.
Antes y después de la salida de Anthony del partido, el panorama fue bastante similar. La igualdad fue máxima entre ambos equipos como fiel reflejo de su clasificación en el Este, en cuatro cuartos especialmente espesos en ataque. La incapacidad de ambos equipos de anotar en los últimos 1:25 minutos de partido para desequilibrar el partido y evitar el tiempo extra fue un buen resumen de lo visto hasta entonces.
Más claridad al final
Porzingis follows up the SWAT with a putback SLAM! #Knicks pic.twitter.com/kUv0XSGw6V
— NBA (@NBA) December 29, 2016
En la prórroga, eso sí, los Hawks salieron lanzados. Con un excelente juego colectivo y con Dennis Schröder (27 puntos y 5 asistencias) como su hombre más desequilibrante, Atlanta levantó una diferencia de seis puntos a dos minutos del final que los Knicks no podrían recuperar pese a los 26 puntos de Derrick Rose y los 24 de Kristaps Porzingis.
Tras el duelo directo, ambos equipos se encuentran casi pegados en la zona de Playoffs del Este. Los Knicks, tras su segunda derrota consecutiva, se quedan quintos con un balance de 16-15, mientras que Atlanta comparte el sexto puesto junto a Milwaukee y Chicago con 16-16. Pura igualdad que, por lo visto este miércoles, es más que merecida.