Cuando la cosa se puso fea, Houston tiró de James Harden.
Victoria por 96-100 de los Rockets en el duelo texano ante Dallas, donde el escolta fue especialmente importante en los minutos finales del encuentro.
Último minuto y empate a 96 campeando en el marcador. Harden encontró a Terrence Jones con una gran asistencia que le dejaba solo bajo la canasta para poner dos arriba a los suyos.
Siguiente jugada en ataque para los Rockets, y de nuevo bola para el shooting guard. Éste no se lo pensó dos veces e hizo un lanzamiento que, tras bailar encima del aro, acabaría entrando y poniendo la ventaja definitiva de cuatro puntos en el marcador.
«Soy un playmaker. Si tengo un lanzamiento, lo hago. O hago un pase«, señalaba Harden, quien terminó en su haber particular con 25 puntos.
Aparte de Harden, Jones sumaría 17 puntos y 9 rebotes, mientras que Patrick Beverley convirtió los cuatro triples que lanzó para un total de 14 tantos.
Los Mavs, desarbolados
Como confesaron los mismos jugadores, no supieron parar a Harden cuando había que pararlo. Y eso echó al traste todo el esfuerzo restante del partido.
Wesley Matthews, particularmente desacertado, no dudó en culparse a sí mismo del mal partido que había realizado tanto en defensa como en ataque.
Deron Williams tendría 22 puntos y 6 asistencias, por los 16 tantos y 10 rebotes que acumularía Dirk Nowitzki.