Ninguna estrella ha perdido este verano una cantidad de talento para acompañarle como Russell Westbrook. Especialmente sin Kevin Durant, pero también sin Serge Ibaka, Oklahoma City ha perdido una gran parte de la artilleria que le llevó a pelear hasta el final por conquistar el Oeste en la pasada campaña. El base está ahora obligado a llevar casi en exclusiva el peso de los Thunder para mantenerles en la élite del Oeste y, de momento, no se ha arrugado ante el desafío. Su descomunal actuación para conseguir su segunda victoria ante Phoenix, por 113-110 (tras prórroga), fue otro gran ejemplo.
41 años después
51 puntos, 13 rebotes, 10 asistencias. La línea estadística con la que Westbrook cerró su noche fue inédita en las últimas décadas. El base fue el quinto jugador de la historia (y el primero desde el legendario Kareem Abdul-Jabbar en 1975) que conseguía un triple-doble con al menos 50 puntos. Eso sí, Russell Westbrook necesitó 44 tiros de campo, su récord de carrera. Solo Victor Oladipo, con 21 puntos, y un espléndido Andre Roberson en los minutos finales dieron algo de respiro a su estrella.
El mejor Westbrook fue necesario para remontar un partido que se puso cuesta arriba demasiado pronto. Phoenix se destacó desde el principio gracias al mejor partido de la carrera de T.J. Warren (30 puntos y 9 rebotes), escapándose por 18 puntos a mediados del primer cuarto. La bisoñez de una gran parte de la plantilla de los Suns acabó pesando para mantener la ventaja, permitiendo poco a poco a los Thunder meterse en el partido a espaldas del fulgurante Westbrook.
El otro héroe
"Roberson got a piece of it!" Huge block from Dre in final secs of OT. pic.twitter.com/L7KZ3I7Rdc
— OKC THUNDER (@okcthunder) October 29, 2016
El cansancio, eso sí, pareció pesar al final al base, quien falló dos tiros en la última posesión de Oklahoma City en el último cuarto que hubieran podido sentenciar. Afortunadamente para su equipo, Andre Roberson estuvo al quite. Un tapón salvador sobre una entrada a canasta de Devin Booker evitó la derrota y forzó una prórroga donde, esta vez sí, los Thunder pudieron rematar, permitiendo de paso a Russell Westbrook tener tiempo extra para alcanzar su histórico 50-10-10. Suficiente épica para que OKC no conozca todavía la derrota, aunque haya sido ante rivales de clase baja como 76ers o Suns.