Con 3-1 para los Golden State Warriors en unas Finales de la NBA encarriladas, pocos podrían prever la catarsis californiana. Stephen Curry todavía sueña con aquellos tres partidos que levantaron por primera vez en la historia un resultado semejante en las Finales. Los Cavaliers encanijaron a los intocables Warriors. Y meses después, el MVP no para de pensar en ello.
«Todavía no he podido olvidar el Game 7«, declaró Curry en una entrevista para USA Today. «Eso es algo que estará ahí mucho, mucho tiempo, para bien o para mal. Obviamente, odias ese pensamiento, pero también es una motivación para volver más fuerte e intentar de no tener nunca más esa sensación», dijo el base de los Warriors y MVP vigente de la NBA.
Para los Warriors aún es doloroso pensar en la segunda mitad del mes de junio, sin embargo Curry asegura que eso es combustible líquido para la temporada 2016-17.
«Estoy en ese momento de intentar convertir las terribles pesadillas del Game 7 en motivación, para para volver más fuerte este año», añadió Curry sobre el partido que terminó cantando el resultado de la temporada.
Llega Durant
El mayor agitador de las dos últimas ligas regulares también se manifestó sobre su inminente mimetismo con Kevin Durant. Dos de los tres mejores jugadores de la NBA —atendiendo a SI y a muchos de nuestros juicios— no supondrán, a juicio de Curry, un gallinero demasiado pequeño para el vestuario de Steve Kerr.
«Somos un equipo de baloncesto sin egos que entiende que tenemos un gran talento individual y que todos queremos ser lo mejor posibles», dijo Curry, que reiteró su poca problemática con ceder un buen carro de balones a Durant por partido.
Curry, 30,1 puntos
«Tenemos un ego muy sano, significando eso que cuando estoy en la cancha siento que soy el mejor jugador ahí, que puedo hacer cualquier cosa. Pero eso no es un ‘mírame, mírame’ constantemente para tirar o esas cosas. Creo que eso es lo mismo con Klay, con Draymond, con Andre o KD. Y eso funciona. No tenemos que sacrificarnos. No creo que nadie tenga que hacer algo diferente de lo que ha hecho cada noche», opinó Stephen.
Sus 30,1 puntos por partido (récord en su carrera) y 402 triples tendrán que conjugarse, seguro, con el mediático recién llegado. Desde luego, la sola imaginación de Curry, Klay, Green y Durant en pista es hedonismo enriquecido.