Mañana es el último día de que disponen los equipos de la NBA para deshacerse de aquellos contratos parcialmente garantizados si no quieren tener que cubrir la totalidad de la nómina hasta final de temporada. Por ello, la maquinaria de despidos embraga y pisa a fondo.
Marc Stein de ESPN, pregona que Dallas Mavericks, Phoenix Suns y Denver Nuggets ya han reactivado su oficina de recursos humanos para ahorrarse un puñado de dólares. En el caso de los tejanos el damnificado Pierre Jackson, en Arizona John Jenkins y por la franquicia de Colorado dice adiós Alonzo Gee.
Pierre Jackson
Ha durado en los Mavs lo mismo que una estrella fugaz a nuestros ojos en el firmamento. El combo guard fichaba por el conjunto de Dallas el pasado mes de diciembre tras una carrera nómada que le ha llevado por Europa y por la Liga de Desarrollo de la NBA.
Hasta la fecha, desde que fuera seleccionado por los Sixers en el Draft 2013, no había debutado siquiera en la NBA. En los Mavs, a pesar de su corta estancia, al menos ha tachado ese sueño de la lista. Sin embargo su participación ha sido irrisoria; cuatro partidos y siete minutos de media para 3 puntos y 1,8 asistencias de bagaje promedio.
Su salario por toda la temporada era de 750.000 dólares.
John Jenkins
La aventura de Jenkins al menos ha durado algo más en los Suns. Firmó con el equipo que hoy le despide en febrero del año pasado; no obstante su relevancia también ha sido de lo más límitada: 22 partidos el curso pasado con 13 minutos de tiempo medio en pista y sólo cuatro apariciones en el curso actual.
Entre Eric Bledsoe, Brandon Knight, Devin Booker, Tyler Ulis y Leandro Barbosa no quedaban minutos para este escolta tirador, quien a sus 25 años y tras pasar por tres franquicias NBA —su mejor temporada fue su año rookie en Atlanta— deberá ver si la liga norteamericana sigue estando a su alcance, huyendo de la utopía.
Su millón de dólares anual se prorrateará, cobrando los meses garantizados.
Alonzo Gee
El caso de Alonzo Gee es más preocupante, porque a sus 29 años ha tenido una carrera siempre más o menos estable en el EE.UU. Sin haber sido elegido en su año del Draft, en 2009, logra convencer a Washington de su valía, y ahí empieza un recorrido casi ininterrumpido de siete temporadas. Eso sí, turbulento.
Seis equipos y un segundo paso por Denver que se materializaba este pasado mes de noviembre, permiten entrever que hay algo en el forward que no termina de convencer a los conjuntos que se hacen con su ficha. Este año, en una de las rotaciones más largas de la liga, Mike Malone le había dado apenas 13 partidos y 6,8 minutos de media para demostrar. Una demostración de 0,8 puntos.
Finalmente se ha quedado en la retaguardia, sin papel y obligado a buscar nuevamente pastos más verdes donde correr. Su salario de poco más de 400 mil dólares no implicarán ningún ahorro de importancia en las arcas de los Nuggets, quienes se quedan con 14 jugadores en la plantilla.