Muchas veces las apuestas son bravuconadas que acaban pagándose. Durante las World Series de la MLB, LeBron James y Dwyane Wade, defendiendo cada uno al equipo de su ciudad, hicieron una apuesta por la cual quien resultara perdedor debería aparecer vestido con el uniforme del equipo de beisbol campeón cuando ambas estrellas se encontraran en un partido en la ciudad del conjunto ganador.
Finalmente los Chicago Cubs se impusieron de forma épica a los Cleveland Indians por 8-7 en el séptimo y definitivo partido de las Series Mundiales, por lo que el alero de los Cavaliers ya sabía que en la noche del 2 de diciembre tendría que aparecer en el United Center perfectamente uniformado con los colores del equipo que no quería. James hizo honor a su derrota.
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La apuesta, conocida por todos desde el momento en la que se produjo ya que fue realizada de manera pública, llamó la atención, por lo que una pléyade de cámaras y periodistas —más de 50 personas acreditadas según ESPN— esperaban ayer la llegada de James al pabellón de los Bulls. “Le queda bien, ¿verdad?”, decía bromeando Wade.
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“Ha estado bien”, explicó Wade más tarde. “Al final estamos aquí para entretener. Es nuestro trabajo y nos lo tomamos en serio, pero hay ocasiones en las que puedes entretener como esta forma con el uniforme de los Cubs y la apuesta. Incluso en la pista se dan ocasiones a veces. Seguimos haciendo nuestro trabajo donde debemos”.
La noche terminó aún peor para James, puesto que los Cavs perdieron su tercer partido consecutivo y el cuatro veces MVP dio un serio toque a sus compañeros a través de los medios: “Se ha terminado la luna de miel”.
