La sección #Minuto0 del canal Movistar+ ha tenido la fortuna de poder entrevistar a Ray Allen, mito viviente del baloncesto, futuro Hall of Famer recientemente retirado de manera oficial, y hoy, todavía y a la espera de que el pasar de los años le quiten tal privilegio, máximo anotador de triples de la historia de la NBA. Pues este mito, de visita en Barcelona con motivo de la celebración del Jordan Brand Classic, ha hablado y bien.
Allen, a pesar de haber sido toda su carrera un tipo introvertido, nunca ha pecado de dificultad para expresarse. Ejemplo de ello sea su última carta, la de la despedida, absolutamente sensacional desde todos los ángulos desde los que se mire. Otra muestra más de ello en su entrevista a mano de nuestros compañeros de NBA+.
Y, precisamente, comenzamos el extracto sobre si su retirada fue por falta de motivación o de capacidad y fuerzas. «Podría, probablemente podría, requiere que trabajes el doble de duro. Cuando llegas a los 40 tu cuerpo empieza a quejarse por todo lo que le has hecho durante 40 años».
Triples y small ball
Ray Allen triunfó en una época donde dominaban los grandes. Ahora, en un juego redirigido hacia los bajitos, Shuttleworth estaría en su salsa. Sus andanadas desde 7,25 se multiplicarían todavía más, pues con una importancia adquirida nunca antes vista —y a pesar de lo mucho que esto fastidie a Pops—, NBA y triple se han convertido en dos términos inseparables. Y, hoy por hoy, Allen todavía sigue siendo el rey, aunque él mismo nos confiese que «no esperaba estar nunca en esa lista». Sin embargo, con las nuevas hornadas, el shooting guard cree que es cuestión de tiempo que la situación se vuelva a revertir.
«Vemos la influencia de los triples porque los hombres grandes ya no son tan dominantes como antes, pero habrá seguro más ‘cuatros’ dominantes para volver a ese juego de ala-pívot’ —Towns, Davis, Porzingis, coged el guante—.
Por cierto, ¿en cuanto a sus ídolos y quienes le inspiraron como artistas del triple? Dell Curry —no sabía lo que venía después—, Dale Ellis, Craid Hodges.
¿Y en cuanto a sus imitadores, a los que van a coger su estela? Bien, Ray se ve identificado con un par de jóvenes promesas de futuro brillante y gran presente: Bradley Beal y Devin Booker. De hecho, cuando le preguntan si se ve cierto parecido con Stephen Curry, él dice verse más reconocido en su hermano Splash, Klay Thompson, especialmente por su capacidad para salir de los bloqueos y disparar.
Equipo revelación y favorito
Pasando de lo individual a lo conjuntado, no quiere tildar a los Boston Celtics como el equipo ‘sorpresa’ de la temporada, ya que venían con un plantel más que contrastado tras la temporada anterior, pero no niega que le está asombrando verles ahí con la posibilidad de robarles a los Cleveland Cavaliers el primer puesto de la Conferencia Este.
Ya con los ojos puestos en la postemporada, hablando de anillo, lo tiene claro; ni estrellas ni entrenadores; la clave está en los suplentes—hola, Spurs—. «Tener la producción de jugadores de los que no has oído ni hablar. El campeonato será del equipo con el mejor banquillo».
Las estrellas
«Westbrook está teniendo probablemente el mejor año a nivel estadístico, pero, ¿hasta donde llegará su equipo?», una pregunta que pronuncia Ray y nos formulamos todos.
Con LeBron James, recordemos, ex compañero suyo en Miami, opina todo lo contrario. Tyronn Lue nos aseguraba —y razón no le faltaba— que el ’23’ de los Cavs podría promediar un triple-doble si quisiera; pero que el asunto no iba de eso. Allen, lo refrenda con sus palabras. «No puedes obviar lo que hace, el impacto que tiene, porque sin él [los Cavs] no llegarían ni la mitad de lejos».
Y para finalizar, un par de preguntas retóricas que merecen su rato de reflexión. «¿Mides la grandeza por números? ¿La mides por campeonatos? Habitualmente el criterio de la gente está basado en lo que ellos pudieron ver en persona, por lo que la mayoría de los niños de los 80, 90 dirán que Michael Jordan es el mejor de todos los tiempos».
¿Acaso reabre Allen una puerta al debate, casi inexistente, sobre a quién corresponde el cetro del Spalding? ¿Insinúa que los que están creciendo con LeBron y sólo podrán ver a Michael en vídeos, tendrán sus dudas, y bien fundamentadas, respecto a quién es el número 1 de siempre?
Un nuevo concepto holístico pero harto interesante el que propone Ray. La clásica pero renovada polémica de la comparativa entre generaciones. Eso sí, si el debate gira entorno a cantidad de Larry O’Brien en cada vitrina particular, y omitimos con tupido velo a los Celtics de los 60′, ahí aparece Horry —el jugador correcto en el lugar indicado— con 7, y con seis la interesante terna de Abdul-Jabbar, Jordan y Pippen. Para ver a LeBron, dividan esa cifra entre dos.