Donde todos dijimos digo con seguridad científica, ahora bien podríamos empezar a creer en las bondades del Diego. Sin necesariamente haber mutado de opinión por completo, pero sí dando una oportunidad a la bilateralidad.
No existía debate hace dos semanas. Se había esfumado a golpe de triunfos, de clasificación más rápida de la historia para playoffs o de unos números que recuerdan al gigante Wilt. Sin embargo, un fin de semana de lo más productivo, sin parar en absoluto por casa, ha resucitado el debate.
Todos hubiéramos asignado el trofeo de MVP a Giannis Antetokounmpo hace bien poco. Sin embargo, LeBron James insiste en reanimar unas brasas que parecían mojadas e irremediablemente extintas. Un par de noches venciendo a Bucks (37 puntos en su actuación) y Clippers (28) explican por qué el armisticio todavía no queda sentenciado. James quiere seguir peleando, por mucho que haya dicho que «nunca me ha motivado» la guerra por el MVP.
Lo que ha hecho LeBron
No es que ahora el premiado debiera ser el de los Lakers, pero sí que por lo menos ha minimizado distancias. Lo ha hecho con la mejor temporada jamás vista en un jugador de 35 años. LeBron se convertirá en abril en el ganador de mayor talla del premio a mejor asistente (lleva 10,6) del período regular —junto a Magic Johnson—. También ha conseguido que sus Lakers posean el récord más limpio en la conferencia mejor concurrida.
La suya no es una labor únicamente aritmética, sino de líder supremo en el mejor equipo del Oeste. Legitimando su Gobierno con renovadas leyes, energías, en ataque y defensa. Y sus números también darían para estatuilla: 25,7 puntos, 10,6 asistencias, 7,8 rebotes, 1,2 robos, 49,7 en tiros de campo, 34,7 en triples, o 58,1 en true shooting.
Una obra maestra, de sus mejores temporadas cuando el contador marca la 17ª y 35 años. Sobre todo, lo que ha reabierto la conversación sobre el MVP ha sido su último mes, en el que recibió el galardón de mejor jugador gracias a ocho victorias de diez o 26,0 puntos de promedio. Continúa dominando la Liga como le viene en gana. Con modo temporada regular, menos despiadado, la mayor parte del tiempo activo; y otra modalidad más acelerada que arremete contra todo.
James presenta mejores números en anotación que ocho de los jugadores coronados como MVP en el siglo XXI. Su candidatura estaría ya camino de los Campos Elíseos de no ser porque en esta contienda también pelea Giannis Antetokounmpo.
Giannis, tras la sombra de Wilt
El griego presenta mejor campaña aún que la anterior, en la que decoró por primera vez su palmarés particular. Sus promedios están por encima de los de James. Toca perfectamente el techo que imponía Shaq en los primeros años de la década del 2000; hablamos de un Anteto en 29,6 puntos, 13,7 rebotes —tercero de la Liga en ambos apartados—, 5,8 asistencias o porcentajes de tiro de 58,3 en eFG% o 60,8% en true shooting.
Nadie tiene más impacto que Giannis según los baremos de la NBA (23,9 en Player Impact Estimate, por delante de LeBron, 19,9). Y su PER (Player Efficiency Rating) de 31,7 es el mejor de la temporada, solo un 0,1 inferior al de Chamberlain en su temporada 1962-63, la de 44,8 puntos y 24,3 rebotes de por noche.
Anteto también resulta el primer jugador desde 1982 con promedios de 30 tantos y 13 rebotes en una temporada regular; dispara sus registros cada 36 minutos hasta un 34,5 -16 o presenta el mejor defensive rating de la Liga (96,5). No solo es que sea imparable en hierro enemigo, en defensa figura como el sujeto más diferencial del campeonato. El que más condiciona la anotación rival (líder con 16,1 en net rating).
Una temporada histórica, marciana, para recordar varias generaciones y explicar a la futura prole, la del jugador de raíces nigerianas.
Con ese flotador personal infinito, Giannis también puede adjuntar la baza colectiva. Sus Bucks han arrasado desde octubre y poseen la clasificación más veloz para la postemporada jamás registrada en la NBA. Lo consiguió además sin otro astro de grandes dimensiones a su lado. Khris Middleton supone una compañía ingente pero no es Anthony Davis. Mérito mayor por tanto para lo que ha acometido el griego.
Quién gana
Así, ambos componen piezas de museo; de sala reservada en el día del espectador. LeBron ha conseguido simplificar la distancia entre ambas candidaturas pero, a tenor de los datos, Giannis Antetokounmpo debería seguir en poder de la primera posición para conseguir el MVP.
El de Milwaukee ha resultado más constante, decisivo, en ataque y defensa —Milwaukee tiene el mejor rating defensivo—, desde el principio de la temporada. Eso, además de que su huella individual y grupal luzcan imbatibles. La separación podría ser solo de unas décimas pero el griego sigue por delante. Está claro que nadie apostaría contra James en playoffs, pero en la fase preliminar Anteto continúa ostentando la pole.
O esa es la conclusión que valora quien escribe estas líneas. ¿Coincide con vuestras quinielas?
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(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)