El culebrón Bogdan Bogdanovic sigue viviendo capítulos. A grandes rasgos, Giannis Antetokounmpo quería al escolta serbio a su lado y Milwaukee se puso manos a la obra hasta cerrar un acuerdo de sign-and-trade con Sacramento Kings. Hasta ahí, todo claro. A partir de ahí, todo oscuro.
Ya sea por la investigación abierta por parte de la NBA por tampering o porque alguna de las partes (Bucks, Kings y Bogdanovic) se echó atrás antes de hacerse oficial, la realidad es que el shooting guard ha terminado firmando 4 años y 72 millones de dólares con Atlanta Hawks, que Sacramento ha perdido a su jugador a cambio de nada y que Milwaukee se ha quedado sin esa pieza que en tan alta estima tenía Giannis –la decisión sobre su renovación continúa en el aire–.
Llegados a este punto, muchos se han afanado en buscar respuestas al que ha sido un duro golpe para la franquicia de Wisconsin, que pasó de la euforia al desencanto en un abrir y cerrar de ojos. En esta línea, Sam Amick de The Athletic analiza como el traspaso previo de Jrue Holiday influenció en la negociación por Bogdanovic en dos vertientes, la deportiva y la económica.
En cuanto a la situación sobre la cancha, el hecho de que los Bucks sumasen a Holiday a su roster convirtió a Bogdan en una especie de cuarta opción, si bien fuentes del citado periodista recalcan que el jugador balcánico no se habría sentido necesariamente así. Respecto a los números (sin dar datos específicos) explica que una vez cerrada la llegada de Holiday la oferta a Bogdanovic se vio afectada respecto al dinero que podían ponerle por delante. Según Amick, lo que debería haber sido una concatenación positiva de movimientos de convirtió en el primero derribando al segundo.
Quizás la parte más sorprendente de este entramado es que se produjo mientras Bogdanovic hablaba con Giannis. Amick recalca que se comunicaron de manera bastante rutinaria y que Giannis apretó mucho para que se alcanzara un acuerdo. Y no fue el único, en plenas vacaciones habría sido George Hill quien levantó el teléfono para reclutar a Bogdanovic. Sí, un gran esfuerzo que quedó en nada.
A falta de esclarecer qué ocurrió exactamente, la única certeza es que a Antetokounmpo no ha debido gustarle y que Milwaukee depende plenamente de él. Si en unos días, meses o ya el próximo verano, decide que quiere continuar con ellos, en Wisconsin podrán vivir su fiesta particular. Pero en caso contrario, como opte por cambiar de aires… el equipo puede verse sumido en una crisis cuyo alcance es por el momento incalculable.
(Fotografía de Ashley Landis-Pool/Getty Images)