Los Rockets gastan más dinero en jugadores cortados que en activos

Los Houston Rockets cuentan con la plantilla más barata de la NBA, pero no pueden presumir precisamente de ahorradores. Porque además de los 48,2 millones de dólares que pagan como salario a los integrantes del equipo, los texanos cuentan con un total de 88,2 millones en dead cap, es decir, invertidos en jugadores que no juegan para ellos. Veamos por qué.

En los equipos que no aspiran a competir y se encuentran en proceso de reconstrucción, es muy habitual absorber contratos de jugadores que nadie quiere, normalmente a cambio de recibir también algunas rondas del draft. Al fin y al cabo, sus plantillas suelen estar compuestas por muchos jugadores jóvenes con salarios bajos, de modo que a veces incluso necesitan llenar su cap para llegar al mínimo salarial impuesto por la liga. Y una vez que estos hombres pasan a formar parte del equipo, no es extraño que se les corte si no hay intención alguna de que formen parte activa del equipo, dándoles la oportunidad de continuar sus carreras en otro lado pero siempre pagándoles su sueldo íntegro o acordando como mucho alguna pequeña rebaja.

La cuestión es que quizás en Houston se haya abusado de esto. Repasemos los casos de los 10 jugadores a los que los Rockets están pagando por partidos que no han jugado ni jugarán.

  • John Wall: John Wall: No, no está escrito dos veces por error. Los Rockets cortaron al base a finales de junio de 2022, se hicieron con él mediante un traspaso hace cinco días, y volvieron a despedirle antes de ayer. Recibe 40,9 millones por el primer despido y se estima que unos 6,5 por el segundo.
  • Derrick Favors: ¿No recuerdas verle con la camiseta de Houston? Es normal, porque nunca la usó. Llegó de rebote en un traspaso a finales de septiembre y fue cortado unas semanas después. Sigue sin equipo pero cobrando sus 10,2 millones. Un sueño.
  • Danny Green: Otro que solo pisó Houston para acordar su salida. Su sueldo de esta temporada era de 10 millones, de los que perdonó 289 mil.
  • Justin Holiday: El último en salir, pues fue ayer cuando se anunció la rescisión de su contrato de 6,3 millones anuales.
  • Maurice Harkless: Llegó a Houston en la misma operación que Favors y disputó los mismos minutos que él, solo que en su caso por 4,6 millones.
  • Ty Jerome: Misma situación que Favors y Harkless. 4,2 millones fue la cantidad que recibió de los Rockets por irse sin pisar el parqué.
  • Boban Marjanovic: El caso más curioso de la lista. Los Rockets tuvieron que despedirle para poder completar la operación que implicó la llegada de Wall y Green en el cierre de mercado, pues no tenían espacio para adquirir más jugadores y necesitaban crear un hueco en la plantilla. Una vez cortados ambos, Boban ha vuelto a firmar con la franquicia y ganará 807 mil dólares más que lo que tenía acordado en su primer contrato.
  • Theo Maledon: Fue la cuarta pata junto a Favors, Harkless y Jerome del que a partir de ahora es nuestro traspaso favorito, y se llevó 1,9 millones por ello. Si alguien se pregunta qué pretendían los Rockets con este movimiento, básicamente permitieron a los Thunder liberar 7,2 millones de su cap a cambio de recibir una segunda ronda del draft.
  • D.J. Augustin: Llegó al equipo en marzo de 2021 y fue despedido en febrero de 2022 para poder irse a los Lakers. Acababa contrato el año pasado, pero este curso sigue cobrando 333 mil dólares que restaban del mismo.
  • Troy Williams: No ser parte de la NBA desde 2019 no le ha impedido recibir 122 mil dólares procedentes de Houston esta temporada, pues se le aplicó la Stretch Provision para fraccionar el pago. Como anécdota, Troy firmó con cuatro franquicias más en el siguiente año y medio, fue despedido por todas ellas y con dos no llegó siquiera a jugar. Ahora mismo está en Filipinas, donde debutó el pasado jueves anotando 55 puntos en un partido que su equipo perdió.

Dicho esto, el dato de 88,2 millones es ligeramente engañoso. Hombres como Green o Holiday, llegados a Houston a mitad de temporada, ya han cobrado parte de su salario anual de los equipos en los que estaban antes de ser traspasados, de modo que los Rockets no tienen que asumir la totalidad de sus contrato. No obstante, no deja de ser curioso que una franquicia gaste literalmente menos dinero en sus jugadores que en los de otros equipos. Cosillas de la ingeniería salarial y de los complicados procesos de reconstrucción de la liga.

(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)


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