3-0: el sueño de lo imposible

¿Qué probabilidades de levantar un 2-0 en contra concede la estadística NBA en la historia de los playoffs?

Un 8 por ciento.

¿Y un 3-0?

Cero por ciento.


Salvo que seas aficionado de Nuggets o Heat –o fanático del regodeo– de nada vale sentarse a ver, en términos de emoción, lo que pueda quedar de Finales de Conferencia, ya sea Este u Oeste… ¿verdad?

«Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible». Charles Maurice de Talleyrand, obispo y ex ministro francés.

Lo improbable, sin embargo es otra cosa bien distinta.

Los récords son imbatibles hasta que se rompen. Lo imposible no puede ocurrir hasta que ocurre. Arnold Schwarzenegger jamás sería gobernador…hasta que lo fue. Incluso ganó la reelección.

En 1912, la IAAF comenzó a medir las marcas de los 100 lisos masculinos, con un primer récord de 10,6 firmado por el estadounidense Donald Lippincott. Hubo que esperar 56 años hasta que alguien, Jim Hines, bajase de los diez segundos. Ahora el reto, el próximo imposible, son los infranqueables 9,5.

La NBA nació hace 77 años, y acumula un total de cero remontadas exitosas tras un 3-0 inicial. Pero también tres fechas icónicas en las que se rozó la proeza, llegando a forzar el Game 7.

  • 1951 – Rochester Royals vs New York Knicks (Finales de la NBA).
  • 1994 – Denver Nuggets vs Utah Jazz (Semifinales del Oeste).
  • 2003 – Dallas Mavericks vs Portland Trail Blazers (Primera Ronda del Oeste).

En esta segunda quincena de mayo gozamos de una oportunidad doble, bien para que se siga encareciendo el mito, bien para desbancar lo imposible de un escenario deportivo más. Pues cabe recordar que entre Las grandes Ligas bajo el sistema de ‘al mejor de siete’, sólo la NBA resiste. MLB y NHL son ya historia derrocada en cuanto a este cantar de gesta.

Cuatro veces ha sucedido en Hockey (2014 la más reciente), una en béisbol (2004).

Nuggets vs Lakers

Primero contra séptimo del Oeste y con ventaja de campo para quien domina la serie 3-0. Una realidad que apabulla y cobra forma a través de un MVP oficioso (que no oficial) jugando como un MVP, un Jamal Murray asomándose a su ‘nivel burbuja’ y con un Michael Porter Jr. metiendo lo que debe meter e incluso dando el extra pass de vez en cuando.

Ha afirmado Shaq que «si LeBron es barrido por tercera vez en su carrera, quedaría descartado automáticamente del debate sobre ‘el mejor de todos los tiempos'».

Obviando lo tramposo y casposo del tema, hay algo interesante ahí: el valor del ego. Consentir la barrida, en casa además, tras haber roto los esquemas primero a los Grizzlies y luego a los vigentes campeones, los Warriors, sería demasiado incluso para un James que a sus 38 años nada queda por exigirle ya.

El otro aspecto, trascendiendo lo personal, está en lo estrictamente competitivo: los Lakers han perdido los tres partidos peleando hasta los instantes finales cada uno de ellos. Sólo el Game 3 se mostró rebelde en su recta final, incapaces de hacer la goma, pero donde perdían sólo por dos puntos a falta de siete minutos (terminaron cayendo por once). Sus dos primeras derrotas en el Ball Arena, no obstante, fueron por 6 y 5 puntos respectivamente.

La eliminatoria, al margen del tanteo, respira igualdad, estando pareja en la mayoría de sus facetas, sin ningún equipo desangrando al otro en ninguna columna estadística salvo en el tiro de tres, lo que responde, por encima del nivel de los tiradores, a contar con uno de los mejores generadores al poste alto de la historia. Nikola ‘point-center’ Jokic.

Con sólo un jugador más en rotación del lado de los Lakers (ocho, por siete de su oponente), David Harm tiene ante sí algo de margen para la inventiva, añadiendo a Malik Beasley a la segunda unidad, y la desesperada, dando luz verde a un recuperado Mo Bamba para que Davis o LeBron bajen de esos 41 minutos lapidarios de promedio.

Claramente, vendamos como lo vendamos, estamos ante la remontada ‘más imposible’ de las dos. Después de dejarse llevar hasta la desembocadura de la regular season sin la necesidad de remar, los Nuggets son de nuevo el rodillo que fueron siempre que quisieron apretar. Con la confianza desbordada, apenas queda fe para la épica en Hollywood.

Pero Jokic, per si de cas, ha dejado claro que su intención es acallar la rebelión aún antes de su primer murmullo.

Celtics vs Heat

Aquí es al revés. Segundo contra octavo del Este, y con los Heat haciendo lo que absolutamente nadie esperaba. Ni siquiera los más optimistas que advirtieron de unos Heat guerreros en playoffs, soñaban con tener a los favoritos al anillo fritos en la lona y sólo pendientes de la cuenta atrás.

De lo que presenciamos anoche, más duro que el qué sin duda fue el cómo. Mazzulla no es Udoka ni Tatum es Kobe mientras Butler se viste de Jordan y Adebayo nos recuerda por qué es All-Star.

Este 3-0 tan inverosímil nace, forzosamente, de una serie de hechos también de carácter inesperado.

Como que los Celtics estén tirando con un 29,2% de acierto en triples después de ser los 6º mejores en RS (37,7%), y no sufrir contra los Heat en sus cuatro duelos en fase regular (39,4%). O que los Heat (34,4% en RS), sinergía pura aún sin Tyler Herro, estén ahora en un surrealista 47,8%, con Gabe Vincent, Caleb Martin, Kyle Lowry, Max Struss y un resucitado para la causa Duncan Robinson de adalides de ello.

Y por supuesto, y al margen de un Erik Spoelstra bucanero y capitán en estas aguas, el factor Butler ni se gesta ni se entrena, salvo desde su propia esencia, que poco o nada tiene que ver con un staff técnico que acierta de pleno en aportar lo poco que puede: dejarle hacer.

2016: el último ‘imposible’

Aún así, aún con todo, lo imposible y su resquicio descansan aquí obviamente, en esta serie. Por regularidad, por plantilla, por talento, y porque si logran el 3-1 la serie regresa a Boston y allí, al calor del Garden incluso los Heat se pueden quemar.

Que el miércoles estemos escribiendo sobre sendos 4-0 será lo más normal del mundo. Nuestro optimismo guarda cautela mientras en ESPN, tras la patinada inicial (97% favorable a Boston), ahora con el 3-0 siguen la senda y hace escasas horas daban a los de Massachusetts un 72% de probabilidades de colarse en las Finales; o lo que es lo mismo, sólo un 28% para que los Heat de seguir corroborando una métrica que hasta el día de hoy se mantiene como la única métrica posible: que quien planta el 3-0, ya ha ganado –como ha escrito algún genio, ‘Celtics in 9‘–.

Optar por darle la vuelta a ese primer y fallido cálculo de ESPN, concediéndole ahora un 3% a los Celtics, parece más plausible y mantiene abierta la puerta a un impasse en la historia.

En cuanto a los más escépticos, esos de vosotros a quienes incluso el 3% os parezca exagerado, cierro con una encuesta:

¿Qué era/es más imposible, darle la vuelta a alguno de los 3-0 de estas Finales de Conferencia o levantar aquel 3-1 de las Finales de 2016 de los Cavaliers de LeBron contra los Warriors del 73-9?

(Fotografía de portada de Maddie Meyer/Getty Images)


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