La NBA es una liga en constante evolución. Esto obliga a sus componentes a adaptarse a las nuevas realidades sobre las que se cimientan estos cambios. Así, es la juventud sobre la que recae el peso de la creación de nuevos conceptos pero, a su vez, precisa de modelos previos para poder crecer. Transgresión, pero también respeto y aprendizaje.
En la actualidad, el paradigma de la liga gira alrededor del lanzamiento exterior, el spacing, la desaparición de los posiciones tradicionales y la necesidad de jugadores cada vez más versátiles, fuertes y fácilmente adaptables a esta transformación. Quizá el puesto de escolta es el que más dificultades presenta para adaptarse a esta problemática. Una posición tradicionalmente vinculada a la anotación ahora ha caído en la necesidad de adaptarse para sobrevivir.
De este modo, nos encontramos con shooting guards como James Harden o Donovan Mitchell, quienes, además, de las principales vías de anotación de sus respectivos equipos, son los encargados de organizar también los ataques. Otros, como Jaylen Brown, presentan un buen equilibrio entre ataque y defensa, siendo capaces, además, de moverse cómodamente por varias posiciones de la cancha.