¿Qué esperar de los Boston Celtics de Hayward e Irving?

El jardín acaba de importar dos nuevas gardenias de lujo. Kyrie Irving y Gordon Hayward son las dos actualizadas superestrellas de unos Boston Celtics que, pese a haber clasificado como primer equipo del Este en temporada regular y caer en finales de conferencia, ha hecho una poda mayor este verano. Solo cuatro jugadores continúan del plantel pasado y tan solo uno formaba parte del quinteto titular. Brecha sin precedentes en un conjunto ganador (53-29) para convertirse, paradójicamente, en una opción más real de campeonato. ¿Qué se puede esperar de los recién engendrados Celtics? Tratamos de analizarlo a continuación.

La apuesta de Danny Ainge es arriesgada, pero también (más) ilusionante. Para poder reverdecer las facciones de Kyrie Irving, la entidad de Massachusetts ha tirado la casa por la ventana: el endiosado Isaiah Thomas, Jae Crowder, Ante Zizic y la hasta ahora intocable ronda de Brooklyn han volado. Contando con que el diminuto gigante iba a exigir el máximo el curso que viene y que Boston no parecía muy convencido de concedérselo, el movimiento está bien tirado. No hay que engañarse, sin todo ese paquete —al menos en este punto del calendario— la institución del trébol no se habría hecho con Irving, aunque parezca demasiado. Sin entrar a valorar ganadores o perdedores de la ejecución, los Celtics acaban de convertirse en candidatos a todo. Por mucho que no tengan tanta profundidad en plantilla, han investido a dos superestrellas y una estrella —Horford— de la NBA. Se puede decir que levantan un nuevo Big Three.

Solo Marcus Smart, Terry Rozier, el propio Horford y Jaylen Brown sobreviven de la última obra de Brad Stevens. Eso, quizá, condicione su grado competitivo inmediato. Están teóricamente por encima de casi toda su conferencia, pero Cavs o Warriors son otro cantar. Tanta novedad y ausencia de kilómetros juntos es un gran orzuelo contra el olimpo reinante de la NBA.

Pero tienen la ventaja estos Boston Celtics de que han sido ideados como alternativa desde ya mismo y también en el medio plazo. Cuando LeBron James patrulle con menor intensidad las fronteras de la liga, Irving ( ahora 25 años) y Hayward (27) estarán todavía en su cénit deportivo. Por ahí iban también los tiros que ha cargado Danny Ainge. Ganadores ahora y también pasado mañana.

Defensa

Y empezando por atrás, la defensa, estos Celtics han ganado y perdido al mismo tiempo. No es ningún secreto que Isaiah Thomas era semental en ataque pero todo un apestado detrás. La pizarra de Stevens, y Avery Bradley, camuflaban las debilidades defensivas de la diminuta estrella. Pero muchos equipos, más los Cavs de LeBron, sabían cómo hacen daño a la muralla verde: entrando a partir de Thomas, los missmatches... No en vano, los Celtics 2016-17 fueron el séptimo mejor ataque en liga regular pero la defensa número 15. Eso, contando con una mente avanzada como la de Brad Stevens y especialistas consumados en toda su plantilla.

A cambio de ya no tener que esconder a Thomas en el sistema de repliegue, Boston ha perdido a Avery Bradley y Jae Crowder. Sin duda los dos valores diferenciales en el entramado defensivo pretérito. No es que ahora no quede nadie que sepa defender (Jaylen, Hayward, Smart…) pero sí que los Celtics han perdido a dos de los especialistas que cohesionaban su identidad guerrera y aguerrida. En la nueva creación hay buenos defensores, pero no tan finos especialistas. Tarea de Stevens, pues, conjuntar todas las piezas para que el bloque no se resienta sin el hormigón armado del curso pasado.

A modo de nota aparte, apuntamos en este párrafo que todo un erudito de las artes de retroceso, como es Tony Allen, sigue siendo agente libre. Seguro, nada de lo que Danny Ainge no esté al corriente.

Ataque: infinidad de opciones

Si bajando el trasero tienen mucho que descubrir, estos Celtics llegan bastante más aprendidos a la hora de atacar. La infinidad de opciones y variantes que puede presentar el grupo verde es indescifrable. Cuenta con tres (y medio) anotadores voraces: más Kyrie y Hayward (y Tatum, que es el medio) que Horford, pero los tres serían primerísimas espadas en cualquier otro equipo.

Irving será el encargado de los puntos exteriores y de penetraciones imposibles. Cuando haya que arrimar el hombro a base de puntos, tendrá encargo especial. Aunque dado que él mismo demandó la salida de Cleveland para ser actor protagonista de un gran largometraje, Kyrie tiene deberes en cuanto a dirección de juego y liderazgo de un grupo ganador.

Pero tendrá ayuda, claro. A modo de lo que hace LeBron en Ohio, el perfil de jugador total recaerá en Gordon Hayward. No en todos los equipos se encuentra una estrella que anota, asiste, defiende, rebote, lidera y es capaz de empujar cuando el fuel de los suyos escasea. Gordon será ese común denominador que hará de todo y casi todo será beneficioso para el equipo de Stevens. Ambos, Kyrie y Hayward, serán los diferenciales de la plantilla.

Rebote y pintura

Y en la pintura, Horford estará destinado a confundir entre mordiscos por dentro y por fuera. Su pick&roll con Irving puede llegar a marca propia y su conjugación con las otras dos estrellas es inquietante —para bien—. Sin tanto peso en ataque, el pívot tendrá que aplicarse en tareas de rebote, precisamente un nicho que con Horford y Marcus Morris puede ser fuente de ansiedades para Brad Stevens. La pintura de Boston necesita ser dura, contundente y no un agujero donde florezcan los espacios. Aunque los cánones actuales disparen hacia el smallball, si la zona fuese su debilidad los Celtics estarían perdidos. En ataque, una pintura temible abrirá los espacios que necesitan Irving y Hayward.

De hecho, puede que los ratos de pelea de Aron Baynes no sean suficientes, como reserva, y Boston tenga que incorporar un nuevo jugador que endurezca sus facciones por dentro.

Después, la ristra de jugadores de segunda escena presenta delicias varias. Jayson Tatum, sin Crowder en el equipo, tendrá hueco para liderar la segunda unidad junto a Marcus Smart. Uno desde la anotación y otro desde el aumento de revoluciones. Eso atribuyendo funciones de titular a Jaylen Brown, llamado a ser importante en la nueva defensa de los Celtics. El año del joven de segundo año apunta a salto importante en minutos y prestaciones. Después, Rozier, Aron Baynes y el resto de secundarios aportan fiabilidad; no tanta densidad como la pasada plantilla pero ése ha sido el precio por haber reclutado a dos superestrellas de un plumazo y medio.

¿Menos banquillo?

El roster de Celtics es menos extenso pero suficiente para incluso discutir a Cleveland las entradas para las Finales de la NBA. Cosa que no hizo la plantilla del año pasado —hablando de playoffs—. Sí, situamos al nuevo Boston listo para remar a ras con LeBron y compañía. Y para ello, como todos los años casi desde 2003, hay que dar con una fórmula que minimice a James. Por mucho que se cacaree sobre ello, ni Crowder ni ningún otro ‘celtic’ lo consiguió en los últimos años. Será tarea de Gordon Hayward y Jaylen Brown esta temporada. A priori, hay material para trabajar en los puntos menos bondadosos de James, sobre todo con Hayward, pero eso es algo difícil de calibrar en este momento. Existe, pues, una gran concentración de jugadores, y uno de los técnicos del momento es el encargado de que atiendan las mismas notas. Las expectativas son máximas. Qué no hará Brad Stevens con una plantilla de calidad mayor si fue primero en el Este con un grueso menos rutilante —pero sí más luchador—.

Los nuevos Celtics competirán por todo —el grado de desarrollo de sus estrellas es máximo— y lo harán ya mismo. Danny Ainge ha erigido unos Celtics de duración media larga que, sobre el papel, no tienen techo conocido tanto la próxima como en temporadas venideras. Hay nuevo Big Three en el jardín, se han invocado poderes antiguos y siempre que vayan de verde hay que tomarlos en serio. Con casi total certeza, están listos para casi cualquier destino.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.