Candidatos a Mejor Defensor del Año de la NBA 2022-23

Tras repasar hace unos días los candidatos a ser nombrados Mejor Sexto Hombre en 2023, toca continuar con aquellos que aspiran a proclamarse Mejor Defensor de la temporada. Este es normalmente un premio bastante particular en relación al resto de galardones individuales, pues tiende a ser el que menos renueva sus nombres y el que suele estar abierto a menos sorpresas. En cierta manera, no vale con firmar una gran temporada en defensa, sino que es necesario haber consolidado una cierta reputación al respecto, de modo que quienes arranquen el curso como candidatos deberán, al menos sobre el papel, contar con cierta condición.

Por otro lado, es también el premio en el que más valor tiene el rendimiento colectivo, algo también a tener en cuenta en este sentido. En muchas ocasiones, el ganador no es tanto el mejor defensor de la liga como el mejor defensor del equipo con la mejor defensa, lo que puede descartar a jugadores con mucho potencial pero mal acompañados.

Marcus Smart

Y quién mejor para hablar de reputación que el vigente ganador del premio. Marcus Smart acabó con el dominio de los hombres grandes convirtiéndose en el primer jugador de backcourt en ser elegido mejor defensor desde que Gary Payton lo consiguiera en 1996, un logro sin duda a poner en valor pero que no sorprende en un hombre de su valía. El base contaba ya con dos presencias en el mejor quinteto defensivo (2019 y 2020) y la temporada pasada llegó por fin su consagración en ese aspecto.

El de los Celtics ha sido siempre un defensor increíblemente correoso y complicado, con unas manos que son una pesadilla para cualquiera que quiera llevar el balón al suelo y siempre dispuesto a sacrificar su físico buscando faltas en ataque. Si bien su tendencia a exagerar algunos contactos le ha generado muchos detractores, su eficacia a la hora de detener rivales es indiscutible, tanto si se trata de hombres de su estatura como de otros de mayor tamaño que a priori deberían partir con ventaja contra él. ¿Podrán estar virtudes valerle repetir premio?

Mikal Bridges

Tras terminar segundo clasificado en las votaciones del año pasado, el de los Suns es quizás quien mejor representa una virtud cada vez más importante en la liga: versatilidad. Sin una altura especialmente intimidante (no llega a los 2 metros) pero con un tamaño de brazos capaz de encerrar a cualquiera, fuerza y velocidad de desplazamiento, Mikal fue una de las claves del éxito de Phoenix en temporada regular, y no sería de extrañar que vuelva a tener un papel similar este curso. Ya consagrado y reconocido como uno de los mejores del mundo en materia defensiva, este podría ser el momento de su coronación.

El factor colectivo podría ser sin embargo un obstáculo en su pelea por el premio. Parece muy extraño decir esto cuando forma parte de un equipo que viene de ganar 64 partidos y terminar como el mejor de la regular season, pero lo cierto es que los de Arizona acabaron la temporada con un tropezón muy doloroso y el verano no les ha sentado especialmente bien, y pueden dar una cierta sensación de retroceso si se quedan bastante por debajo de dicha cifra de triunfos. No obstante, si la falta de contacto con Ayton, las polémicas de Sarver o la petición de salida de Crowder tendrán efecto en la pista, solo podrá saberse una vez que se empiece a jugar.

Rudy Gobert

Cerró el podio de 2022 el pívot francés, uno de los cuatro hombres que ha ganado el galardón en tres o más ocasiones a lo largo de la historia. Con tres premios y seis presencias en el mejor quinteto defensivo de la liga, su capacidad de protección de pintura y de sostener a toda una defensa a su alrededor ha sido más que refrendada, pero en esta ocasión se enfrentará a un nuevo reto en el que volver a ser puesto a prueba.

Y es que Gobert ha llegado este verano a los Timberwolves, un equipo habituado a contar con unas prestaciones defensivas bastante más mediocres que las de los Jazz. Es cierto que los de Minnesota vienen de dar un notable salto de rendimiento en este aspecto durante el paso curso (terminaron con el 13º mejor defensive rating, su mejor posición en 8 años), pero siguen lejos de la élite de la liga en este aspecto, y es precisamente llegar a ese escalón lo que buscan con Rudy. ¿Puede el galo convertirles en una de las mejores defensas del campeonato? ¿Y puede esa mejora defensiva meterles en la élite del Oeste? Si esto ocurre, Gobert habría comprado muchas papeletas para ganar su cuarto premio.

Giannis Antetokounmpo

El del griego es otro de esos nombres que es de mención obligada a la hora de hablar de candidatos. Ganador en 2020, Giannis cuenta con uno de esos físicos prodigiosos que le convierte en una pesadilla para cualquiera, pues su mezcla de tamaño y velocidad son un tormento tanto para los atacantes exteriores como interiores. Es además un jugador muy predispuesto a sacrificarse y saltar a las ayudas, lo que le hace aparecer como víctima en algún que otro mate viral pero ayuda a los suyos a evitar numerosas canastas cómodas y a ser uno de los rivales a batir mientras está presente.

Compartir pista con otro más que reputado defensor como Jrue Holiday y un reconvertido aunque frecuentemente olvidado Brook Lopez puede lastrar sus opciones, pero lo cierto es que el griego siempre ha sido la cabeza visible del esquema defensivo de Budenholzer. En caso de que los Bucks vuelvan a estar entre los mejores de la liga en este apartado, será difícil sacarle de la ecuación.

Draymond Green

Si con Giannis hablábamos de un físico excepcional, Green es uno de esos hombres que defiende con la cabeza. No es que sea débil ni mucho menos, pero su capacidad para sobreponerse a jugadores de mayor tamaño y poderío a base de llevarles a situaciones poco naturales y saber explotar sus flaquezas es prácticamente única. Es además un excepcional defensor de equipo, con una lectura casi sin comparación para entender a qué situaciones debe acudir a ayudar, a cuáles no, y estar siempre en el lugar adecuado para cerrar cualquier puerta posible al ataque rival

Green cuenta además con el incentivo de encontrarse en el que podría ser su último año de contrato (tiene una player option para la 23-24), de modo que, para hacer más cuantiosa la que tal vez sea la última gran renovación de su carrera, debe rendir a su máximo nivel todo el año. No es que el que fuera elegido Mejor Defensor del Año en 2017 sea un jugador caracterizado por la falta de motivación y energía, pero desde luego si necesitaba un extra para salir a darlo todo, ahí lo tiene.

Anthony Davis

Quizás el jugador del que más va a depender su equipo en este apartado. En los casos anteriores, con excepción de Gobert, los candidatos se encontraban en defensas muy completas, mientras que La Ceja llega casi como única esperanza de los Lakers de no ser un desastre en este apartado. Cierto es que la incorporación de Beverley debería ayudarles también en ese aspecto, pero quien puede y debe marcar la diferencia es Anthony Davis.

Si el físico le acompaña, el pívot es un jugador con unas características envidiables para la defensa interior, la protección de aro y, en general, esconder las carencias que puedan tener sus compañeros. Su importancia ha quedado más que evidenciada en su etapa de oro y púrpura, tanto durante sus presencias como durante sus ausencias. Si los angelinos quieren ser un buen equipo, Davis debe hacer papeletas para pelear el premio.

Joel Embiid

El de Embiid es uno de esos nombres que siempre aparece entre los aspirantes pero que parece que nunca ha llegado a cuajar. Pese a sus tres presencias en el segundo quinteto defensivo, no ha terminado de colarse en el primero ni de ser un verdadero aspirante al galardón, seguramente debido a la enorme competencia de otros jugadores con un rol muy similar al suyo. Su fortaleza interior y su velocidad de pies sorprendente para un hombre de su tamaño, que le permite aguantar mejor los missmatch de lo que cabría esperar, son buenas armas, pero hasta ahora no le han valido para terminar de consagrarse en este aspecto.

El cambio de James Harden por Ben Simmons viene de dejar un notable hueco en la defensa exterior del equipo, que cayó notablemente la temporada pasada con respecto la 20-21, algo de lo que deberán rehacerse. La llegada de un especialista como P.J. Tucker debería contribuir en lo colectivo, pero será importante que Joel sea un pilar más sólido que nunca. Si los de Pensilvania recuperan un nivel élite, es probable que se pongan los focos sobre él más que en otras ocasiones.

Ben Simmons

Y ya que hablamos del australiano, vayamos con su caso porque es uno de los más curiosos. Ben llega a una defensa que ocupó la 20ª posición en cuanto a defensive rating la temporada pasada con la responsabilidad de ser una suerte de llave multiusos que saque a relucir todas las virtudes que mostró la última vez que se le vio sobre una pista de baloncesto. El base terminó el curso 20-21 en el mejor momento de su carrera a nivel defensivo (fue segundo en la votación), pero tendrá que enfrentarse a un contexto muy distinto al que tenía por aquel entonces.

Porque, si mencionábamos lo que había perdido Embiid sin Simmons, no podemos obviar que Ben jugará por primera vez sin la red de seguridad que le daba tener a una figura tan imponente a su espalda. Es más, es posible que sea él mismo quien tenga que ejercer como hombre alto de los Nets en varios tramos, pues la plantilla neoyorquina está escasa de jugadores interiores. Será sin duda un reto complejo para él, pero también uno del que puede salir muy reforzado.

Bam Adebayo

Con tres presencias consecutivas en el segundo mejor quinteto defensivo, tal vez le haya llegado por fin el momento de ser verdaderamente reconocido en esta materia. Pudo serlo el año pasado, en el que ganó enteros e hizo a la defensa de los Heat terminar como la cuarta mejor del campeonato, pero, al menos para los encargados de repartir los premios, no fue así. Sin embargo, tiene la capacidad suficiente y está lo suficientemente bien rodeado como para volver a brillar en este apartado y estar de verdad en la terna por ser elegido ganador.

Es más, este parece ser un premio que de verdad tiene ganas de llevarse, pues este verano trató de reivindicarse señalando que debería haber sido elegido Mejor Defensor del año en las dos últimas temporadas. Su opinión obviamente no es la más imparcial que podemos encontrar, pero sí denota que es un jugador consciente de sus virtudes e importancia en defensa y que quiere poner su nombre entre los mejores. ¿Irá a la tercera la vencida?

Robert Williams

El pívot cuenta con dos problemas evidentes: el primero, compartir equipo con el vigente campeón; el segundo y más grave, su tendencia a las lesiones, que le harán incorporarse con algunas semanas de retraso a la competición y perderse quién sabe cuántos partidos a lo largo del curso. Porque, de resto, las condiciones las tiene.

Su nivel en durante la segunda mitad del pasado curso fue absolutamente escandaloso, pues incluso jugando con molestias su presencia en la pintura fue abrumadora para sus rivales y para muchos fue incluso merecedor de ser ganador por delante de Smart. Muy pocos jugadores se acercan a su impacto a nivel de intimidación, defensa en ayudas y rebote, y su presencia como eje de una de las mejores defensas del campeonato sería un argumento muy fuerte para los votantes. Pero claro, cuando se fijen en los partidos disputados… Difícil.

(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)


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