Los últimos dos años de los San Antonio Spurs han estado salpicados de circunstancias inusuales y cierta ruptura con su gloriosa historia reciente. Una etapa dorada que devolvió 22 participaciones ininterrumpidas en playoffs y cinco anillos de campeón.
Al título de 2014 le siguió el inevitable ocaso de Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili. El heredero natural del imperio, Kawhi Leonard, terminaría declarándose en rebeldía y serían DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge los encargados de prolongar la dinastía un par de años más. La salida del escolta, así como de Rudy Gay y Patty Mills, este verano confirmaría el portazo definitivo a ese pasado y el comienzo de una nueva era repleta de incertidumbre y aires renovados.
Este escenario había comenzado a fraguarse desde 2016 mediante las decisiones tomadas durante la noche del draft. Aunque no sería hasta la edición de 2020 cuando los Spurs pudieron reclutar a su primer lottery pick desde Tim Duncan en 1997: Devin Vassell.