El juego de NBC: los 50 mejores de 2024 (40-31)

Día 3 del serial de los 50 mejores de la NBA en el año 2024 según NBC Sports. (Previamente ‘del 50 al 46’ y del ’45 al 41′)

40. LeBron James

Esto es muy interesante. En primer lugar, LeBron James aparece en esta lista en base, exclusivamente, a unas declaraciones suyas que hizo uno año atrás: “¿Quieres preguntarme cuál sería el mayor logro de mi vida? Estar en la cancha al mismo tiempo que mi hijo en la NBA». Bien, pues asumiendo que el rey seguirá en el circuito a sus 39 años, mi duda es si este puesto ’40’ es un halago o más bien una falta de respeto.

Veamos. Como máximos precedentes de jugadores que han alcanzado esta edad agazapándose ante la jubilación, encontramos a (nada menos) Michael Jordan y Kareem Abdul-Jabbar; ambos fueron All-Star legítimos con 39. Karl Malone, por su parte, aún era capaz de promediar 20 puntos y casi 8 rebotes y 5 asistencias por entonces.

Pero el caso de LeBron va más allá. El suyo es único e incomparable, pues jamás se ha visto una combinación tan efectiva de tamaño, fuerza, velocidad, coordinación e inteligencia en un jugador de baloncesto. Precisamente esta última virtud, el IQ baloncestístico, es lo que le está permitiendo desde ya elegir cuándo rehuir el contacto desde la dirección, o cuando buscarlo en zonas desde la que se siente más cómodo y su cuerpo sufre algo menos (cerca del poste, hiriendo de espaldas).

Además, a excepción de sus Taco Tuuusdays!, la dedicación a cuidar su herramienta de trabajo es máxima en LeBron, y aunque sabemos que está a punto de adentrarse en ese lustro donde las lesiones no dejan títere con cabeza (Kobe dixit), su fenomenal genética y su predisposición sin igual a preservarla puede todavía dejarnos a un ’23’ de casi 40… casi tan bueno y letal como lo es el de hoy.

39. Marvin Bagley III

Aparece por delante de Lonzo y de Ingram, los otros ‘second picks‘ más recientes. Su capacidad de (segundo) salto ya tiene asombrado al espectador, y su potencial para trasladar sus atributos físicos a la parcela defensiva (también le hemos visto ya buen timing para los tapones), y añadirlos a un desparpajo en ataque superior al que se le preveía tras el Draft, puede darnos un Bagley III muy, muy completo de aquí a 2024… aunque eso sí, según NBC al menos, lejos aún de varios de sus compañeros de hornada (Doncic, Young, Jackson Jr…).

38. Gary Harris

De jugador divertido y espectacular de ver, a shooting guard supra-eficiente. De entre los escoltas menores de 25 años, casi ninguno ni se acerca a su nivel de producción en términos de win-share: 5,5.

Tan solo eso, en una plantilla tan competitiva y diáfana como la de los Nuggets, ya es de un mérito tremendo. El perfil de 3&D se le queda corto a este jugador cuya calidad abarca mucho más que un lanzamiento fiable desde el perímetro. Sus recursos para hendir defensas y su carácter vertical y agresivo nos hacen imaginar (siempre que se mantenga sano) a un Harris de lo mejorcito del backcourt NBA dentro de cinco temporadas.

37. James Wiseman

¡¿Quién!? Otro unkown, para quienes lo de la NCAA les suene a campeonato de rallies.

Si bien éste, aunque cierres los ojos y desactives las cookies, te debe sonar casi a la fuerza. Pues James Wiseman no ha tenido rivales en su último año de instituto. El pívot (¡2,16 nada menos!) jugará en Memphis (la de Derrick Rose) la próxima temporada en la NCAA, renunciando por el camino ofertas como la de Kentucky, sólo por poder jugar bajo la tutela del mítico Penny Hardaway.

Por supuesto, Wiseman no es un pívot al estilo Andre Drummond o Clint Capela. Su campo de acción no entiende de límites ni fronteras. De una movilidad y agilidad propia de un guard, Wiseman se desplaza por cualquier zona del parquet como Pedro por su casa o Robert Downey Jr. por el… mundo, sin dejar de lado una de las principales características que se esperan en un buen pívot: el rol de rim protector.

En palabras de un draftnik (experto en Drafts), «Wiseman pretende ser un Giannis pero se asemeja más a un Myles Turner». Que te comparen con el forward de los Pacers no es mal comienzo… pero claro, verse a sí mismo con una materia prima semejante a la del vigente MVP, pues es, quizás, quererse de más. ¿Misión de Wiseman? Callar bocas desde ya, empezando por la de ese drafnik, y demostrando que puede ser uno de los ‘5’ más imperiales y menos encorsetados de los que jamás hayamos visto.

36. Aaron Gordon

Lleva dos temporadas entre dar el gran salto y no darlo. En 2017 parecía… pero no. Lo cual no quita que sea ya un valor seguro del circuito y que dispone ya de los recursos suficientes para dominar y ganarte un partido. A falta de la necesaria dosis de regularidad en lo más alto, Gordon es, por el momento, una atractivo mix de sudor y espectáculo.

Mucho más que un dunker, Gordon se ha confirmado este curso como un jugador de lo más equilibrado en múltiples facetas. 16 puntos y 7 rebotes como punto de partida para desembocar en un forward que dribla, que asiste, que se crea sus propios tiros y que tiene motor para defender a casi cualquier rival que se le ponga por delante.

Con un lanzamiento exterior cada vez más depurado (sobre todo en catch and shoot) y una dinámica creciente bastante sólida, todo hace pensar que a sus 29 años tendremos ante nuestros ojos al mejor Aaron Gordon que podamos ver. Eso sí… ya veremos si aún con los colores de los Magic.

35. Caris LeVert

Quizás a algunos les sorprenda encontrar aquí a LeVert viendo el rastro que ha dejado detrás. Yo el primero. Pero es cierto que el exterior de los Nets lleva lidiando casi toda su carrera con el sambenito de underdog. Se ha ganado el puesto y el contrato a golpe de partidazo, uno tras otro. Ello le ha llevado, este último curso, a entrar en las conversaciones por el Sexto Hombre. Algo que se dispara en valor si tenemos en cuenta que hace un año sufría una de esas horribles lesiones que duelen con tan solo verlas por la pantalla.

Regresó más fuerte, más técnico y más maduro que nunca, y fue clave en la estupenda campaña que nos brindaron desde Brooklyn. Así que, ¿why not? Sí… puede que el ’35’ no sea un puesto tan alocado para este terco (por trabajador) y perseverante alero.

34. Lauri Markkanen

Posiblemente, lo más preciado que tienen hoy en nómina en Chicago; desde mi punto de vista, más que LaVine, Porter, Wendell Carter Jr. o Coby White. Markkanen es un gustazo de ‘4’ y es casi todo lo que la NBA contemporánea puede buscar en un ala-pívot.

Con tan solo 22 años y poco después de salir de una importante lesión, el finlandés nos dejó claro que no iba acomodarse en el terreno de las excusas. Un mes de febrero de 26 puntos y 12,2 rebotes ejecutando canastas de todo tipo, por dentro y por fuera, bajo el nailon y desde 7,25… espíritu All-Star en una franquicia anclada en la senda de la derrota.

Con descarado perfil de All-NBA en unos años y un estupendo segundo espada en cualquier sistema ofensivo que se precie, solo queda aguardar a la progresión natural y el visto bueno de las lesiones para contar con uno de los forwards más aclamados de la liga de aquí a poco.

33. Damian Lillard

En cinco años, Dame tendrá 34… solo eso hace comprensible el verlo aquí, tan pronto. El tiempo vuela, y a Lillard se le ha echado encima la treintena casi sin darnos cuenta. Tantas temporadas de constante reivindicación y cuando por fin alcanza el respeto que merece… arranca una nueva pelea… la de esquivar la cuesta abajo.

Desde NBC dan por hecho que su contrato recién firmado (191 millones por cuatro) es claramente superior al rendimiento que será capaz de exhibir al término del mismo. Puede que estén socavando sus aptitudes una vez más.

Cierto es que Lillard no es un jugador comparable a Chris Paul, Steve Nash o Jason Kidd. A pesar de una calidad brutal y un tiro (en clutch) aún más brutal, Lillard bebe mucho más de su físico que los tres mencionados. Pueden pasar dos cosas que hagan desmerecer este puesto ’33’. Que el físico le aguante en su apogeo durante cuatro años más, o que en su paulatino declive, Lillard sea capaz de ir readaptando su juego sin ceder en la productividad que ha hecho de Portland un conjunto fijo en playoffs y en los puestos nobles del Oeste.

32. Rudy Gobert

La resistencia. El contracaso. La especie en extinción. La excepción que sobrevive en la orilla opuesta a los Embiid y Towns y refuta el ocaso del center old school y su caduco hueco en una NBA que estrecha su radio de impacto.

Él, más que ninguno (que McGee, que Capela, que DeAndre), es la prueba espigada y viva de que en la especialización, también por dentro, puede estar la escapatoria y el camino a los All-NBA. Taponador como pocos, intimidador como ninguno, el salto como finalizador sin exuberancias en la pintura rival, han hecho de Gobert la piedra angular de un proyecto, el de Utah, que sin superestrellas (Mitchell aún no lo es/era) generaba un temor más que justificado para cualquier gallito en playoffs. Un sistema arrollador en lo defensivo diseñado por Quin Snyder que partía y terminaba siempre en él.

Echarle un ojo a las avanzadas no hacen sino blindar esa impresión de que contar con Gobert en tu quinteto afloja inmediatamente el nudo de la corbata de todo coach que tenga la suerte de alinearlo. En su todavía tendencia alcista (sigue añadiendo cositas a su juego), todo apunta a que a sus 32, el francés, con su alergia al tiro de media distancia (no digamos al triple), seguirá siendo uno de los pívots más cotizados del planeta.

31. Stephen Curry

36 años + físico enclenque + mejor tirador de todos los tiempos.

De sobra para un puesto ’36’ si es que por entonces aún no ha colgado la remera. Uno, al conocer a Curry, piensa que acomodarse en el catch and shot sería más que suficiente para seguir jugando su cuarto de hora de rigor hasta los 45… Contar con ADN de tirador (Korver, Miller, Allen, Terry…) alarga de manera inmediata tu carrera NBA siempre que comprendas que tus funciones se limitan a tirar y no a inventar.

Con Steph nos enfrentamos a una vejez hasta ahora desconocida, pues nunca antes hemos tenido un jugador capaz de relativizar las distancias a un nivel casi caricaturesco. Sin Kevin Durant hemos vuelto a ver a ese Curry MVP. Al alienígena que, a sus 31, sigue tirando, penetrando, encestando, mareando al rival… y ante quién sólo parece alzarse un obstáculo ante un declive dorado… sus maltrechos tobillos.

(Fotografía de portada de Jason Miller/Getty Images)


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