Frank Ntilikina, destellos de lo que puede llegar a ser

New York Knicks apostó el pasado mes de junio por Frank Ntilikina. Lo hizo en un draft cargado de bases y en el que el jugador galo llegaba con un halo de talento que; sin embargo, no terminaba de tapar cierto escepticismo por el desconocimiento ante un jugador de entonces 18 años y formado en Europa.

Fue una elección de Phil Jackson –sí, aún estaba–, y para muchos no cumplía con los deseos de una afición que parecía preferir a otros como Malik Monk (elegido nº11 por Charlotte Hornets) o Dennis Smith jr. (elegido nº9 por Dallas Mavericks). Pero eso no frenó al Maestro Zen, quien volvió a poner sus miras en Europa por delante de lo aconsejado por algunas personas cercanas. ¿Acertó?

Ntilikina no ha tenido un comienzo sencillo en la Gran Manzana. Su juventud e inexperiencia es un handicap que todo novato debe enfrentar, pero en su caso eso se une a otro factor: las lesiones. No pudo disputar la summer league y se perdió cuatro partidos de pretemporada por una contusión en la rodilla. Pese a ello debutó en la noche inaugural de los Knicks, la cual ‘le regaló’ un esguince en el tobillo izquierdo que le obligaba a parar de nuevo.

Con tanto contratiempo no extraña que su entrada en la rotación de Hornacek se esté dando a pasos cortos. Siendo suplente en los siete partidos que lleva jugados, Ntilikina se ha mostrado irregular con su tiro, pero eso no ha impedido que haya mostrado destellos de lo que puede llegar a ser un gran point guard de la NBA.

Su última aparición ante Indiana Pacers, equipo al que remontaron hasta 19 puntos con una más que interesante aportación de su parte, sirvió para ilusionar en el Madison. Su tarjeta final mostró 10 puntos, 7 asistencias, 2 rebotes y 3 robos, pero lo que más gustó fue su entendimiento con Kristaps Porzingis y su madurez y temple ante momentos de presión.

Fue solo una noche, pero no dejó lugar a dudas de que hay tanta materia prima como tiempo por delante para que se convierta en una referencia neoyorquina. Quizás su juego en ataque, sobre todo respecto al lanzamiento, pueda pulirse como ocurre con otros bases recién aterrizados –Lonzo Ball es el mejor ejemplo–, pero los conocimientos, el rigor táctico y lo más importante, la capacidad defensiva, ya van brillando. Porque Ntilikina promedia 1,9 robos en solo 18,6 minutos por partido para ser el 12º mejor de la NBA, y 8 de los 11 que tiene por delante juegan más de 30 minutos…

Escuela europea

Su carrera en Europa es escasa como no puede ser de otro modo al tener únicamente 19 años. Sin embargo, es justo esa experiencia, la de verse jugando a nivel profesional a tan temprana edad, la que ha servido para iniciar su camino en la NBA con paso seguro. «Jugar allí me ayudó mucho. Madurando, creciendo y teniendo responsabilidades. Tengo confianza en mi juego, pero estar cómodo en la cancha toma su tiempo. Sé que puedo hacerlo mejor y trabajaré para que así sea en el futuro. Pero creo que este partido (ante Indiana) es un pequeño paso y muestra de lo que espero hacer más adelante». Veremos si su optimismo se convierte en un gran jugador de baloncesto.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.