Jugadores que podrían ser traspasados antes de empezar la temporada 2019-20

Todavía restan más de dos meses para que arranque la competición oficial (22 de octubre), que ayer desveló su calendario 2019-20 en formato íntegro; y aunque la mayor parte de las plantillas conocen ya la mayor parte de su contenido de cara a la próxima temporada, todavía podría haber movimientos que reanimasen el mercado antes del inicio oficial del ejercicio.

Pocas dudas hay con Chris Paul (Oklahoma City Thunder) o Andre Iguodala (Memphis Grizzlies), dos ilustres veteranos que tienen muchas opciones de cambiar su empadronamiento en las próximas semanas o meses.

A Paul todo el mundo le veía fuera de Oklahoma desde que se certificara su movimiento de llegada más el de salida de Russell Westbrook. Sonó con fuerza que Miami estuviera tejiendo los complicados hilos de un traspaso para rescatar al base pero todo se ha enfriado por ahora. El discurso de los Thunder es el de que observarían con buenos ojos una temporada completa con Paul al aparato, en busca de las migajas por los playoffs en el Oeste; poco valor informativo tiene esa determinación, pues admitir oficialmente lo contrario supondría perder cierta ventaja en una futura negociación. O sea, que por mucho que digan en OKC el traspaso sigue siendo igual de probable.

A Chris Paul le restan todavía dos temporadas de contrato garantizadas más una tercera opcional sujeta a player option (41 millones); así que el base arrastrará un contrato de lo más pesado hasta que tenga 37 años, siendo ese uno de los grandes lastres a la hora de negociar un traspaso por él. No es nada descartable que Paul comience la temporada en los Thunder y después ya se verá, pero no cabe duda que es uno de los grandes candidatos a abandonar el nido dentro de no mucho.

El veteranazo Iggy

Con Andre Iguodala ocurre que el movimiento de aclarado para hacer hueco a D’Angelo Russell en la Bahía dio con sus años y dorada veteranía en Memphis. Casi con seguridad, el tres veces campeón de la NBA no pasará la temporada con los Grizzlies, pero la ya prometedora franquicia de Tennessee desea una contraprestación por su salida y no dejarle ir pagándole además finiquito.

Houston, Clippers, Dallas, Lakers o incluso los propios Warriors habrían expresado algún interés por este veteranazo de 35 años. Y por eso no es ningún rompecabezas adivinar que la continuidad de Iguodala en Memphis está más que comprometida. Saldrá; el caso es a donde y de qué manera reforzará a qué candidato al título. Sus años de trincheras en la batalla final son oro para cualquier equipo.

Love

Otro caso es el de Kevin Love, por quien ahora los Cleveland Cavaliers no desean negociar ningún traspaso.

Se cree que han existido organizaciones preguntando por la situación del ala-pívot natural de Santa Monica en las últimas semanas, pero la respuesta de los Cavs es que ahora mismo no negocian por su campeón de la NBA. No lo harán hasta que se revalorice su figura, se entiende. Y explicamos esto: la presencia de Love no goza de demasiada lógica en el proyecto de jóvenes que tratan de armar en Ohio, pero ahora mismo su valor de mercado no vive días boyantes después de pasar gran parte del curso lesionado. Así, sería de esperar que los Cavs dejasen jugar y hacer buenas actuaciones a Love durante el primer tercio de la temporada para después, antes del deadline de febrero, entrar más de lleno en conversaciones de traspaso. Esa es una situación de lo más probable.

Beal

Bradley Beal es un nuevo caso particular: uno de esos que podría convertirse en el santo y seña de los Washington Wizards durante el próximo lustro y también podría ser traspasado en los próximos meses. Encima de la mesa posee ya una oferta de renovación por las cantidades máximas en la capital (tres años y 111 millones); lo que está por ver es si acepta seguir acumulando sinsabores en los Wizards, donde el proyecto no ha alcanzado las cotas deportivas planteadas con él mismo y John Wall como abanderados. En su caso, si decide no extender su contrato, sería muy posible que Washington decidiera cortar por lo sano y acometer un traspaso de volumen considerable.

Podría ser todo o nada para la organización de la capital con Bradley Beal.

Wiggins y Booker

Por último, mencionamos a dos jugadores a quienes el antiguo general manager de Atlanta Hawks, Wes Wilcox, da como posibles protagonistas de una salida más a un medio o largo plazo, no en las próximas fechas. El citado directivo mencionó en NBA TV que tanto Andrew Wiggins (Minnesota Timberwolves) como Devin Booker (Phoenix Suns) podrían ser carne de despedida en caso de que en la próxima temporada los elementos no funcionasen dentro de sus respectivos equipos.

«De esos nombres, podríamos coger el de Wiggins y Booker más para futuro», podía aclarar Wilcox.

No extraña lo de Wiggins, pero el caso es a ver quién posee un gaznate capaz de tragar las próximas cuatro temporadas con el alero percibiendo entre 27 y 33 millones de máximo salarial.

En el caso de Booker, la cuestión parece más irrealizable en estos momentos: cómo van a traspasarle si es su jugador franquicia; el escolta es la joya de la corona en un equipo de lo más inexperto pero que necesita empezar a sentirse ganador desde ya. He ahí la clave, si las victorias no llegan pronto. Cuidado con Phoenix y Devin Booker si esta temporada siguen sin llegar las buenas noticias en formato más creciente que el curso pasado.

(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)


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