La vida en San Antonio sin Tony Parker

Gregg Popovich tiene un quebradero de cabeza para tratar de ganar el derbi de Texas que enfrenta a sus Spurs con los Rockets. Lo hace sin Tony Parker, que se lesionó en el cuádriceps izquierdo en el 2º partido de estas semifinales de Conferencia Oeste. El francés no estará disponible para lo que queda de postemporada, sea cual sea el rumbo del equipo en ella.

Es algo insólito que en todo este recorrido hegemónico haya que irse a 2001 para ver como precedente a los Spurs jugar un partido de playoffs sin su base titular. La estabilidad ha sido una máxima en este sentido, queda patente.

Ayer fue 5 de mayo, festividad en México que también se celebra en las partes de Estados Unidos con más hispanohablantes. Seguro que en medio de la celebración hubo tiempo para la reflexión en el equipo de entrenadores de San Antonio Spurs para ver cómo remedian esta situación, por novedosa y por compleja.

Y por cómo había mejorado Parker su participación en el equipo. Desde su primer año en la NBA no había tenido unos números tan bajos en puntos (10,1) y asistencias (4,5) como en la fase regular de esta temporada. Pero en la fase final se estaba poniendo las pilas, influyendo como él sabe en el juego de ataque y tirando del carro: 15,9 puntos por encuentro en estos ocho partidos disputados, y ello con el mejor pocentaje en tiros de campo de su carrera en playoffs (52,6%). Una baja más que sensible.

El patrón

Es difícil adjetivar o clasificar a los tres hombres de siempre de los Spurs de Popovich (Duncan, Parker y Ginóbili) dentro de la estructura de un equipo tan bien construido a lo largo de los años. Si Tim Duncan era la extensión de Popovich en la cancha, Tony Parker es su patrón. Es la cabeza que ejecutar las ideas en la pista, el que tiene que dirigir. Y son ya 16 temporadas siéndolo.

Por extrapolarlo a otros ámbitos del espectáculo: cuando se separaron Martes y Trece o Cruz y Raya, cuando ‘Aída’ continuó sin Carmen Machi o ‘Dos hombres y medio’ despidió a Charlie Sheen, cuando Robbie Williams dejó Take That… Hay mil ejemplos. Se rompe el equilibrio, conseguido a base de tiempo y esfuerzo, y todo va cuesta abajo.

Es, como decimos, una situación nueva para Pop. Se queda sin un talento sin igual. ¿Qué dejaremos de ver? Los tiros de media distancia tras bote, pick&roll tanto en inicio de jugada como tras desmarque, give&go para acabar cerca de la canasta, todo tipo de variantes para dejar bandejas… Una verdadera pérdida, y más lo será el día en el que se retire, no poder disfrutar de uno de los bases que –sin tener excesiva potencia– mejor penetra de toda la NBA.

Mills como nuevo comandante

Parece claro que Patrick Mills va a absorber parte de esos minutos de Parker. El australiano ya ha alcanzado un estatus de suplente de lujo, más si cabe cuando decide en momentos calientes para un equipo como los Spurs.

Hay diferencias entre ellos, obviamente. Pero no hablamos de estilo, sino de trayecto. En estos dos últimos años Popovich ha cambiado el juego del equipo, del juego de mil pases con Parker como conductor a la generación de situaciones desde Aldridge y Leonard. No nos equivoquemos, sigue habiendo jugadas que se saben de memoria para llegar al pase extra y tiro en solitario. Parker ha virado por la compañía que suele tener, pero Mills conserva en la rotación una buena parte del tan reconocible juego que ha caracterizado a San Antonio todos estos años.

La principal característica de Mills es la eficacia en el tiro. Es un base que lanza, aunque no tiene que ser en primera instancia. Con él hay rotación de balón y él mismo busca los desmarques en las esquinas o en la parte alta de la bombilla para ejecutar tiros lejanos. En la temporada regular ha estado fino: por encima del 45% en tiros de 2, por encima del 40% en tiros de 3. Y eso lo ha logrado con el mayor promedio de minutos de su carrera (21,9) dado por la baja de Parker por diversas lesiones.

Los datos

Es la primera vez que Tony Parker falla en la cita de postemporada, pero en temporada regular sí lo ha hecho. Han sido casi veinte partidos sin el de Brujas en esta 2016/17, y en esos partidos los Spurs han logrado un récord de 15-4.

Buceando en los datos por alineaciones (contando con aquellas que se han dado en al menos 10 partidos) podemos extraer algunas conclusiones: las tres únicas en las que el ratio de asistencias baja a 15 son con Parker; hay más puntos en contraataque y transición con Mills (13) que con Parker (7,8); las nueve únicas que llegan a ritmo de 100 puntos son con Mills. Hay luz al final del túnel.

Bascular las posiciones

Aunque la primera opción durante lo que queda de playoffs será mirar a Patty Mills, hay otras opciones. Y Popovich y su staff no son de los que se acobarden a la hora de dar la batuta a chicos con menos participación habitual.

El siguiente en la línea es Dejounte Murray, cuya tara es que tiene el peor ratio ofensivo de todo el equipo. Y el último será Bryn Forbes, cuya tara es que tiene el peor ratio defensivo del equipo. A ambos hay que cogerles con pinzas por el tipo de participación que han tenido en el equipo, sobre todo el segundo, ya que salen en momentos de partidos ya decididos o en ratos cortos para cubrir bajas.

La otra opción es correr posiciones para asentar a Manu Ginóbili con minutos en la dirección. No es la primera vez que lo hace. Estadísticamente, en el progresivo a 100 posesiones, está al nivel de dirección de los que sí son bases puros. Los principales beneficiados de esta situación serían Kyle Anderson y Jonathon Simmons, que contarían con una mayor participación y se pueden complementar entre sí (uno en ataque, otro en defensa).

El primer experimento

Anoche se dio el primer partido de esta índole. Los Spurs ganaron por 92-103 a los Rockets en el 3º encuentro de esta serie. No es más que una pequeña toma de contacto con nuevas ideas en la vorágine que supone enfrentarte al conjunto que más triples ha metido en una temporada. Pronto es para convertirlo en paradigma o tónica de lo que vamos a ver en otros partidos.

Murray fue titular pero sólo jugó 11 minutos. Su función se basó en poner manos en líneas de pase para dificultar la circulación de pases del rival, algo que sí consiguió. El que más disputó fue Mills, 30 minutos, que destacó en las continuaciones para conexión de interiores pero acabó con un raquítico 2/10 en triples. También hubo buenos miutos para Simmons, como se preveía.

Lo importante aquí es que el foco se desplace. Ante la baja de Parker, otras posiciones deben ser las importantes. Y empieza a ocurrir. Siempre se puede contar con Kawhi Leonard, pero la implicación de LaMarcus Aldridge y Pau Gasol es vital para sumar y poder centrarse en los aspectos que el equipo domina, que no dejará de ser lo que a la postre les otorgue las victorias que buscan.


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