La agencia libre de la NBA es uno de los momentos más atractivos y especiales para los aficionados pues las franquicias dan forma a la ilusión de los mismos mediante traspasos, renovaciones y firmas de contrato. Para los gerenal managers de la liga comprende, además, la época de mayor ajetreo y responsabilidad.
En efecto, de los movimientos realizados no solo dependerá el futuro deportivo y económico de la franquicia —a corto y largo plazo— sino también su propio puesto al frente de las operaciones de baloncesto. Si bien es cierto que es mucho más fácil hacer balance a toro pasado, muchas de estas decisiones terminan siendo un rotundo fracaso.
En otras ocasiones, acuerdos que suponían un aparente gran riesgo o que apuntaban a emerger como meras pinceladas terminan por convertirse en grandes aciertos. Es precisamente en este tipo de contrataciones donde se ha puesto el punto de mira de esta pieza. Contratos cuyo precio ha estado por debajo de lo que finalmente han rendido los jugadores y que, ya sea en este año o en venideros, pueden ser considerados auténticas gangas.