No siempre reciben la consideración que merece pero una de las grandes recetas del éxito de un equipo lo comprenden aquellos jugadores que están en segunda línea de fuego.
A pesar de la reducción de la rotación en los playoffs, los denominados jugadores de rol que construyen el fondo de armario de un equipo suponen un valor fundamental para marcar las diferencias. Ya sea por talento, categoría, recursos o versatilidad.
El tridente compuesto por Chris Paul, Devin Booker y Deandre Ayton ha emergido como el grupo de mariscales de campo que sitúan a los Phoenix Suns a tan solo dos victorias del primer campeonato en la historia de la franquicia. Un roster que comprenden otras piezas igual de necesarias.
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