Lakers: una oportunidad única, pero envenenada

El caso AD acaba de empezar. Y en L.A. van en cabeza, para bien y para mal.

Casi imposible hablar de baloncesto hoy con el huracán Anthony Davis sobre nuestras cabezas. Y es normal… Hablamos de un Top-5 de la NBA. Hablamos de un talento generacional que, además, aún no ha cumplido los 26 años. En definitiva, hablamos de una situación realmente especial. Y, como no podía ser de otra manera, va toda la liga, todo el mundo NBA, detrás. Yo el primero.

En el ojo del huracán tenemos a Los Angeles Lakers. En una posición mucho más complicada de lo que podría parecer a simple vista. Beneficiosa por un lado, pero claramente perjudicial por el otro. Me explico: parece el destino favorito del jugador y de su agente (por los rumores, las comidas y la fecha en la que se lanza este planeado anuncio), pero no parece ni de cerca el destino favorito de los New Orleans Pelicans. Y aquí llega la oportunidad, pero también el veneno. Empiezan los problemas.

Presión + dificultad

La oportunidad se la ha regalado Anthony Davis, que les ha dado a los Lakers meses de ventaja sobre los Boston Celtics (como hablamos en una columna el pasado mes de noviembre, los contratos actuales de Kyrie Irving y Anthony Davis no pueden coincidir en Boston), el equipo que más tiempo lleva ligado a los rumores de AD y el equipo que, probablemente, podría ofrecer un mejor paquete a los Pelicans por él. Pero de la oportunidad nace también la presión.

Presión por conseguir un traspaso que se les ha resistido en el pasado reciente (Paul George, Kawhi Leonard…), presión por contentar a LeBron y aprovechar los mejores años que le quedan, presión (ojo a esto…) que arrastras gracias al regalo de Anthony Davis: su decisión, el momento en el que la ha tomado, las cenas y los comentarios de LeBron han colocado a los Lakers en el punto de mira de los Pelicans. Para mal…

Pistas escondidas en su discurso público, como que el traspaso lo ejecutarán en sus «propios tiempos». Tiempos que no serán «dictados por otros». Y un grito de socorro a la propia liga para que endurezca y castigue el famoso tampering y su posible influencia en este movimiento de fichas. La NBA, por cierto, está investigando esto último desde ayer.

En fin, que la situación está lejos de ser ideal para los Lakers. La oportunidad existe, y ahí está. Igual va incluso a más si el propio Davis o su agente filtran en los próximos días que éste solo quiere jugar en L.A. Pero…

Oportunidad para abrumar

Con los Celtics a la espera (pueden tener hasta cuatro primeras rondas en 2019, además de talento joven de primer nivel como Tatum, Brown…) y media liga o la liga entera (han salido los Knicks…) detrás de un posible traspaso por Anthony Davis, la realidad es que los Lakers, utilizando la misma palabra que ha usado hoy Adrian Wojnarowski en ESPN, tendrían que hacer una oferta completamente ‘abrumadora’ para que los Pelicans decidan mandar a AD a Los Angeles antes de que se cierre el mercado (7 de febrero). Aunque, todo sea dicho, éste debería ser el menor de sus problemas: todo será poco comparado con Anthony Davis. Si me preguntaran a mí, All-In.

Para acabar, por si todo esto fuera poco, los Pelicans cuentan con una última carta que también hay que tener en cuenta. Juegan con la ventaja de que la posible mega-oferta de los Lakers seguirá estando sobre la mesa en verano. Y si eres los Lakers, a ver cómo les convences de lo contrario… Porque ‘Anthony Davis ya no me interesa’ no cuela.

Sobre el papel tienen poco/nada que perder esperando… Así que tiene que ser una oferta ya, sin posible reacción. Y tiene que ser verdaderamente abrumadora. ¿Hablamos de presión?

(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)


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