Fecha: Jueves, 20 de mayo.
Hora: 4:00 am (hora española).
Pabellón: Staples Center, Los Angeles.
Balance del enfrentamiento esta temporada: Los Angeles Lakers 2-1 Golden State Warriors.
Ausencias: Kelly Oubre Jr., Klay Thompson, James Wiseman y Damion Lee.
Quién lo iba a decir antes del arranque de temporada. Un duelo con intenso aroma a Finales de Conferencia finalmente ha visto como sus combatientes lucharán por un puesto de última hora para acceder a los playoffs. Y ojo que dos despistes consecutivos pueden dar con sus huesos fuera de las eliminatorias por el título.
Las importantes lesiones, empezando por aquella que daba al traste con la temporada de Klay Thompson, han tenido mucho que ver en este desenlace. A esta se unieron las que han afectado al dúo estelar angelino conformado por LeBron James y Anthony Davis, provocando una caída en picado en la clasificación. Ahora, sin embargo, no hay excusas que valgan y las piezas disponibles pondrán toda la carne sobre el asador dentro del partido estrella del play-in.
Sobre el papel resulta muy difícil ofrecer un veredicto claro. Una serie a siete partidos beneficiaría a Los Angeles Lakers y su mayor elenco de estrellas, pero en un encuentro todo puede ocurrir. Más todavía cuando los Warriors se han erigido como uno de los equipos más en forma en el último mes de competición. Aterrizan en el play-in con seis victorias consecutivas y el segundo mejor Net Rating de toda la NBA en los últimos diez partidos.
La fórmula del éxito ha sido sencilla en cuanto a enumeración pero compleja si nos atenemos a su ejecución. En primer lugar, los Warriors han mostrado su mejor versión en defensa en este tramo final del curso, con un Draymond Green imperial en las lecturas y la cohesión que ha recordado a aquel nombrado Defensor del Año. El equipo de Steve Kerr ha echado el cerrojo atrás, aprovechando la transición para hacer daño al otro lado de la cancha. En este punto, Andrew Wiggins y Jordan Poole han concluido el curso a un gran nivel, asegurando casi 40 puntos por velada para acompañar al que ha sido el verdadero héroe y artífice de su equipo: Stephen Curry.
¿Otra heroicidad de Steph?
Lo de Stephen Curry ha sido tan increíblemente espectacular que hasta LeBron James ha pedido que el premio al MVP de la temporada sea para él. Los calificativos se presentan insuficientes y los motivos se agolpen a decenas para justificar esta postura.
El base de Golden State cerró su soberbia temporada con una exhibición de 46 puntos ante los Grizzlies para asegurar la octava posición. Así, Curry suma su segundo título al máximo anotador de la temporada con unos números que nada tienen que envidiar a aquellos que firmó cuando fue elegido el primer MVP unánime de la historia: 31,8 puntos, 5,8 asistencias y 5,4 rebotes.
Curry ha sido el incuestionable líder de un equipo del que no ha recibido tanta ayuda como en antaño. Con la etapa junto a Kevin Durant alejándose por el retrovisor y su otra mitad Splash recuperándose, el de Akron ha impulsado su equipo hacia una posición privilegiada acorde a las fúnebres expectativas durante el arranque de curso. Quién mejor para definir su estado actual que su propio entorno. Draymond Green afirmó que sus rivales le temen y su entrenador, Steve Kerr, reconoció que nunca lo había visto antes a tal nivel.
Así, el éxito de este nuevo obstáculo dependerá nuevamente de lo que sea capaz de regalarnos Stephen Curry. El rival no lo pondrá sencillo. Pero, mientras, sentémonos y disfrutemos.
Defensa y estado físico
Nadie hubiera imaginado que los Lakers tendrían que enfrentarse al play-in. Pero así lo ha dictaminado un curso bastante impropio. No obstante, en Los Angeles se saben superiores. Y ahora tendrán que demostrarlo.
Solo dos cosas deberían de preocupar a los angelinos. Primero, la forma de detener a Stephen Curry, a quien ya dejaron en 16 puntos el 28 de febrero. La segunda, y más importante, cómo de frescos y entonados llegan LeBron James y Anthony Davis. Ambos han estado fuera de juego durante bastante tiempo y no han conseguido dejar atrás las molestias físicas. Sin embargo, tendrán que exprimirse para asegurar un puesto en playoffs. Las cuatro victorias consecutivas con las que han cerrado la regular season invitan a ser optimistas.
Lo cierto es que los Lakers han cerrado la temporada como la defensa más sólida de toda la NBA. Una virtud que, posteriormente, impone su dupla estelar al otro lado de la cancha. Y por ahí deberían de ir los tiros. Los Lakers dominan la serie (2-1) ante Golden State. Las dos victorias logradas han sido por rentas superiores a los 25 puntos. Ambas, tras salir a la cancha en modo demolición, noquear al rival desde el principio y gestionar las rentas hasta el final.
El juego interior de los Lakers es superior y solo es cuestión de que Frank Vogel dé con la tecla para gestionar las rotaciones y los minutos a repartir entre Marc Gasol, Montrezl Harrell y Andre Drummond. Porque Anthony Davis es inamovible. El trabajo de desgaste resultará vital para romper las líneas defensivas de Golden State.
A mayores, los Lakers cuentan con piezas ofensivas de sobra para hacer daño al rival. Hasta nueve jugadores han promediados dobles dígitos en anotación en los últimos diez partidos. Si LeBron James y Anthony Davis aportan a su nivel habitual, dos o tres compañeros apoyan su actuación y la defensa es capaz de minimizar el impacto de Curry (o el de sus escuderos), los oro y púrpura tendrán más cerca el finiquitar el play-in por la vía rápida.
(Fotografía de portada de Harry How/Getty Images)