¿Qué jugadores de la generación de 2016 serán renovados?

Varios de los jugadores que llegaron a la NBA en 2016 afrontan unos días especialmente importantes para sus carreras. La 19-20 será la cuarta temporada como profesionales, es decir, la última bajo la escala salarial de rookie, por lo que, tal y como marca este tipo de contrato, el año que viene serán agentes libres restringidos una vez comience el mercado. De esta forma, podrán negociar y firmar con cualquier equipo reservando a la franquicia actual la opción de igualar cualquier contrato y retenerlos.

No obstante, hay una forma de evitar dicha situación, y es extendiendo el contrato de forma anticipada, algo que podrán hacer hasta el día anterior al inicio de la temporada, esto es, el 21 de octubre. Será entonces cuando se hará oficial qué jugadores tendrán ya su futuro resuelto y cuáles vivirán su primera experiencia como agentes libres.

En esta ocasión, hay 20 hombres en esta situación, a saber: Brandon Ingram (Pelicans), Malik Beasly (Nuggets), Jamal Murray (Nuggets), De’Andre Bembry (Hawks), Jaylen Brown (Celtics), Buddy Hield (Kings), Kris Dunn (Bulls), Domantas Sabonis (Pacers), Juancho Hernangómez (Nuggets), Caris LeVert (Nets), Damian Jones (Hawks), Ben Simmons (76ers), Skal Labissiere (Blazers), Thon Maker (Pistons), Dario Saric (Suns), Dejounte Murray (Spurs), Jakob Poeltl (Spurs), Taurean Prince (Nets), Denzel Valentine (Bulls), y Pascal Siakam (Raptors).

A continuación, repasaremos los que afrontan la posible extensión con más opciones o en contextos más destacables.

Los más precoces

Tres de los candidatos a dicha extensión se han dado prisa en la renovación, y pueden presumir ya de tener contrato garantizado para varios años. Hablamos de Jamal Murray, Ben Simmons y Caris LeVert, tres de los nombres más prometedores de su generación a quienes sus respectivas franquicias no han querido dejar escapar.

La situación de los dos bases es bastante similar, ya que tanto 76ers como Nuggets no han querido escatimar y les han ofrecido un contrato máximo, por el que recibirán 169 millones en las próximas cinco temporadas. En ambos casos, además, se trata de una apuesta de cierto riesgo, pues si bien los dos jugadores han rendido a un gran nivel dicha cifra requiere un paso adelante definitivo, más aun teniendo en cuenta que ambas franquicias ya empezaron a pagar el máximo hace un año a otro jugador (Embiid y Jokic respectivamente) que sí que está ya en la categoría de superestrella de la NBA.

Lo de LeVert es diferente, ya que aunque explotó el curso pasado como un jugador de grandes capacidades, su lesión invitaba a pensar que los Nets se tomarían su caso con más calma. Sin embargo, esta vez las prisas sí han sido buenas consejeras, pues los 52 millones que el alero recibirá entre 2020 y 2023 pueden quedarse cortos si mantiene el nivel al que se le vio en los primeros meses de la temporada pasada. Es más, diversos general managers vieron esta extensión como una gran sorpresa, pues creían que Brooklyn tendría que comprometer mucho más su cap si quería mantener a Caris en la plantilla.

¿Otro máximo inminente?

El otro gran candidato a firmar un gran contrato es Pascal Siakam, quien está ya en negociaciones con los Raptors para dejar su futuro cerrado antes de que arranque el curso. La cuestión, no obstante, es si el camerunés merece o no un contrato máximo, ya que aunque su rendimiento y su crecimiento durante la temporada 18-19 fueron descomunales las cantidades de las que hablamos pueden requerir algo más.

Lo cierto es que Siakam no es el perfil de jugador en el que uno piensa cuando imagina cómo sería un jugador franquicia, pero si echamos la vista atrás veremos que el ala-pívot fue el líder del equipo en ausencia de Kawhi, cuajando actuaciones descomunales tanto en anotación como en determinación en el clutch. De hecho, hablamos del ganador al premio al Jugador Más Mejorado, lo que evidencia la clara tendencia ascendente de su baloncesto y hace obligatorio plantearse varias cuestiones: ¿Cuánto va a exigir? ¿Cuánto creen los Raptors en él y cuánto están dispuestos a ceder? Son dudas muy importantes que deberán resolverse en pocos días.

Futuro e ¿incompatibilidad?

Si con Siakam hablábamos del ganador del MIP, a continuación toca tratar el caso de otro de los grandes aspirantes al mismo: Domantas Sabonis. El de los Pacers fue otro de los que dio un enorme salto de calidad durante la temporada pasada, y a base de grandes actuaciones fue exigiendo y mereciendo que su extensión se trate seriamente. Está claro que el lituano está llamado a ser una pieza clave en el futro juego interior de Indiana; el problema es que la franquicia ya firmó una extensión a otro teórico futuro de su juego interior hace 12 meses.

Cuando el pasado 15 de octubre los Pacers firmaron a Myles Turner por 80 millones en cuatro años era difícil esperar que Domas acabase la temporada con mayor aportación anotadora y reboteadora que el pívot pese a partir desde el banquillo. El lituano encajó a la perfección como sexto hombre, pero un mayor contrato exigiría probablemente un rol más importante, lo que nos lleva a la pregunta que es clave en el caso: ¿pueden ambos jugadores compartir muchos minutos en pista? Quizás en Indiana prefieran responder a esa pregunta a lo largo del año antes de abordar la renovación, aunque son conscientes de que dicha decisión podría hacer que esta acabase siendo notablemente más cara.

La eterna duda verde

Hace un año, prácticamente cualquiera habría considerado la extensión de Jaylen Brown como una de las prioridades del verano de Boston. Ahora, tras una temporada irregular en la que no ha dado el salto que muchos esperaban, cada vez son más los que se suben al carro de la cautela. Lo cierto es que no parece que dejarle ir en 2020 sea una opción, pero si la intención es renovarle en el TD Garden deben preguntarse cuánto vale el escolta ahora mismo y cuánto creen que valdrá dentro de un año.

La lógica invita a pensar que esperarán, más si se toma como precedente lo que ocurrió con Rozier el año pasado. El base había firmado unos grandes playoffs, y su extensión se barajó muy seriamente, una extensión que seguramente a día de hoy (asumiendo que ni su rendimiento ni el del equipo habrían cambiado, lo cual parece razonable) se recordaría como un mal movimiento. Esto sumado al hecho de que en 2020 tendrán que abordar la extensión de Jayson Tatum hace suponer que no habrá movimientos en las oficinas de los Celtics, aunque quizás busquen una renovación a la baja para evitar gastar muchos millones en caso de que Brown alcance este año el nivel que se le suponía el pasado.

Hield, el primero de muchos

Otros que tendrán que afrontar este mismo dilema durante varias temporadas son los Kings, que tienen la posibilidad de extender este año el contrato de una de sus piezas más importantes como es Buddy Hield. No obstante, renovaciones absurdamente caras como la de Harrison Barnes han dejado a la franquicia con menos capacidad de maniobra de la que cabía esperar. Las negociaciones ya han comenzado, pero todo apunta a que de momento ninguna de las partes tiene excesiva prisa por cerrar ya el acuerdo.

El problema en Sacramento es similar al que afrontaron en Boston hace un año: cada centavo gastado en el bahameño comprometerá un poco más las posibles extensiones de De’Aaron Fox en 2020 y de Marvin Bagley III en 2021, a las que hay que sumar la renovación de Bogdanovic. ¿Es Hield parte importante del futuro de los Kings? Eso parece. ¿Lo es por encima del resto? Eso ya es harina de otro costal.

Talento en periodo de prueba

Para terminar, hay dos casos peculiares que merecen ser tratados: el de Brandon Ingram y el de Dario Saric. Ambos son jugadores de calidad demostrada (pese a que el ex de los Lakers apuntaba más alto de lo que, hasta ahora, ha llegado) que llegan este año a una nueva franquicia en pleno proceso de reconstrucción en la que, aunque pueden ser importantes, no están llamados a ser líderes. En Phoenix, la cara de la franquicia es Devin Booker, mientras que en Nueva Orleans ya no se oyen frases que no contengan la palabra Zion por algún lado.

No parece por tanto que ninguno de los dos tenga opciones siquiera de firmar una extensión ahora, pero sus casos son interesantes dada su posible aportación. Muchos han perdido ya la fe en Ingram, pero, como ocurre con Lonzo, es posible que alejarse de los focos y la presión que supone jugar en Los Ángeles haga mucho por su progresión, y quién sabe si dentro de un año estaremos hablando por fin de una estrella incipiente. El croata, por su parte, sí parece un jugador más cercano a su techo potencial, y al nivel de sus años en Philadelphia es un jugador muy valioso por el que muchas franquicias podrían demostrar interés. Habrá que ver si esta temporada comienza a definir qué planes pueden tener los Suns con respecto a él.

El resto

Además de los casos mencionados,  hay más jugadores cuya renovación podría darse este mismo verano, pero parece poco probable y todo apunta a que se convertirán en agentes libres restringidos el año que viene. Hablamos de Malik Beasly (Nuggets), De’Andre Bembry (Hawks), Kris Dunn (Bulls), Juancho Hernangómez (Nuggets), Damian Jones (Hawks), Skal Labissiere (Blazers), Thon Maker (Pistons), Dejounte Murray (Spurs), Jakob Poeltl (Spurs), Taurean Prince (Nets), Denzel Valentine (Bulls).

El año pasado solo cinco jugadores fueron renovados antes de empezar la temporada, y no se prevé que la cifra sea mucho mayor este año. Por tanto, es más que probable es que varios de los jugadores cuyo caso ha sido tratado se unan a esta lista y decidan su futuro en 2020.

Los que se quedan fuera de la lista

Debido a distintas razones, hay varios jugadores escogidos en la primera ronda del Draft de 2016 que no pueden optar a esta extensión. Podemos dividirlos en varias categorías: los que fueron cortados (Wade Baldwin, Henry Ellenson, Brice Johnson, Georgios Papagiannis y Malachi Richardson), los que no fueron renovados mediante la team option que incluye el contrato rookie (Dragan Bender, Marquese Chriss y Timothe Luwabu-Cabarrot) y los que no firmaron su primer contrato NBA hasta 2017 (Guerschon Yabusele y Ante Zizic), que podrán ser extendidos en 2020.

Como caso particular encontramos el de Furkan Korkmaz, sobre el cual los 76ers no ejecutaron la team option en 2018 pero al que renovaron por una cantidad menor, por lo que continúa en el mismo equipo solo que bajo otro contrato.

(Fotografía de portada: Justin Tafoya/Getty Images)


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