¿Sesión de tiro en días de partido? No para los Rockets

Cuando uno de los mejores equipos del baloncesto mundial hace cosas nuevas que funcionan hay que prestar atención. Los Houston Rockets han decidido que las sesiones de tiro durante las mañanas de días de partido pasen a mejor vida. Al menos por el momento.

Esta tradición, tan longeva en la NBA casi como la existencia de la competición, parece que en los próximos años quedará desfasada en esta nueva Liga que tanto énfasis comienza a dar a los datos de todo tipo. Y los análisis que tienen que ver con el sueño, descanso y recuperación han empezado a cobrar mucho peso hasta el punto de que ahora se pide a los jugadores que no se machaquen en entrenamientos cuando sus cuerpos no están para ello.

Los Rockets decidieron el 1 de noviembre experimentar a jugar la mayoría de partidos sin acudir previamente a la cancha durante la mañana a practicar el tiro. El objetivo es conservar energía para el momento más importante de la jornada, el partido de la tarde o noche.

“No es que sea algo nuevo”, explicó hace un par de semanas Mike D’Antoni, entrenador de los Rockets, al Houston Chronicle. “Pensamos que tiene sentido y queríamos comprobarlo. A causa del tráfico en Nueva York (1 de noviembre) no pudimos ir y salimos con mucha energía. El partido en Utah (3 noviembre) no lo hicimos porque el partido empezaba a las 6 y salimos con mucha energía. Así que hemos pensado probar”.

Aún es pronto para estimar los resultados y lo más científico sería evaluar toda una temporada sin practicar el tiro por la mañana en días de partido, pero por el momento el balance de victorias y derrotas da la razón a este experimento. En lo que va de noviembre los Rockets van 8-1 y en segundos partidos de un back-to-back el balance de esta temporada es 2-1; en la pasada campaña esos mismos encuentros se saldaron con un 13-3, partidos en los que en la mayoría de casos no hubo sesión de lanzamientos por la mañana.

Los jugadores, encantados, aunque no todos tienen esa suerte

“Está siendo bueno para nosotros”, comentó Clint Capela los primeros días de noviembre. “Hemos ganado así. Espero que sigamos en esta línea. Todo el mundo puede descansar más y él (D’Antoni) tiene confianza en nosotros. Es bueno tener ese tipo de relación entre el entrenador y los jugadores”.

Aunque precisamente Capela es uno de los miembros de la plantilla de Houston que no está exento de acudir a esas sesiones matutinas y ha tenido que reengancharse a ellas. ¿El motivo? Capela, un mediocre lanzador de tiros libres en su carrera, estaba mejorando esta temporada convirtiendo más del 60 por ciento de libres por primera vez desde que es profesional, pero en los últimos cinco partidos acumulaba un 9 de 19.

Los Rockets, siempre atentos a los datos, hicieron un pequeño cambio y Jonh Lucas, uno de los entrenadores asistentes que se encargan del desarrollo de jugadores, llamó a capítulo al joven pívot.

“Somos un equipo veterano así que es bueno para sus piernas y cuerpos”, explicó Lucas sobre la ausencia de sesiones de mañana antes de justificar por qué algunos jugadores sí las seguirán necesitando. “No tenemos jugando a muchos jóvenes excepto Clint. Clint es solo un niño. Se trata más de la confianza. Falló tres tiros libres en un partido, quiero que vuelva a la buena línea”.

Capela ha pasado de un paupérrimo 17,4% en tiros libres durante su primera campaña (12 encuentros jugados), a 37,9% (2015-16), 53,1% (2016-17) y 63,8% en la actual.

¿Bueno para Harden?

Es difícil argumentar que James Harden no sea el favorito para el MVP cuando nos acercamos al cuarto de competición. El base-escolta de los Rockets ya rozó el MVP en las dos temporadas anteriores y parece que este curso va lanzado a por el premio al jugador más valioso del curso si mantiene el nivel y los Rockets siguen con una de las mejores marcas de la NBA.

En la presente campaña Harden es líder en puntos y asistencias por partido, número de triples y tiros libres anotados y porcentaje de asistencias. Sus minutos en pista marcan 36,2, replicando el dato del pasado año (36,4), cuando Harden hizo una magnífica temporada regular pero llegó fundido a los playoffs y los Rockets fueron eliminados en segunda ronda. A buen seguro que D’Antoni tratará de reducir la carga en pista para La Barba una vez que Chris Paul alcance su plenitud física, lo que unido a ese descanso extra durante 82 mañanas entre octubre y abril podría hacer que veamos a un Harden a mejor nivel cuando lleguen las eliminatorias por el título.


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