VanVleet despierta justo a tiempo

Aunque son otros jugadores quienes están acaparando portadas y titulares, no hay duda de que Fred VanVleet ha sido uno de los hombres clave para los Raptors en estas Finales de Conferencia. Le ha costado, pero el base ha alcanzado por fin su mejor versión en estos playoffs, y una vez que lo ha hecho el salto de calidad de los canadienses ha sido más que notable. A continuación, repasaremos brevemente el impresionante cambio que ha vivido casi de un día para otro.

Perdido

Aunque logró anotar 14 puntos en el estreno ante los Magic, no puede decirse que VanVleet arrancase la postemporada entonado. Sus siguientes encuentros ante Orlando fueron más bien pobres, pero la situación no se antojaba especialmente alarmante puesto que aquella primera ronda parecía más bien una toma de contacto. No obstante, contra los 76ers llegaría el auténtico desastre.

Ante Philadelphia se vio la peor versión que Fred había ofrecido en muchísimo tiempo. Es cierto que a nivel defensivo fue claramente de menos a más y acabó cuajando buenas actuaciones, pero su aportación en ataque fue prácticamente nula, tal y como demuestran sus promedios de 2 puntos y 1,1 asistencias por partido y su 12,5% de acierto en el tiro. A Nurse no le quedó otra que reducir sus minutos casi al mínimo, pues realmente llegó a haber momentos en los que su presencia en pista restaba más de lo que sumaba.

Con el arranque de la serie ante Milwaukee la situación no parecía estar cerca de revertirse. En los tres primeros partidos VanVleet siguió desacertado, tomando malas decisiones, y, en resumen, muy lejos del nivel que le había convertido durante mucho tiempo en un jugador clave en la segunda unidad de los Raptors. Sin embargo, quién sabe si por exceso de optimismo o por falta de otros recursos, Nurse siguió dándole oportunidades. Y no pudo salir mejor.

Cambio radical

Lo que ocurrió en los tres últimos choques de la serie es una demostración de que, por mucho que analicemos al detalle todo lo que ocurre, hay aspectos del deporte que son realmente inexplicables. ¿Qué le pasó a VanVleet entre el 19 y el 21 de mayo? ¿Un subidón repentino de confianza por el nacimiento de su hijo? ¿Un pacto con el diablo? Solo él lo sabe, pero lo cierto es que, por lo visto sobre el parqué, da la sensación de que el jugador que saltó a la pista a partir del Game 4 no es el mismo que llevaba jugando durante el resto de los playoffs.

En los tres últimos duelos, el base ha promediado 16 puntos por partido, solo ha perdido un balón, y sus 96 minutos de juego se han saldado con un parcial de +65 para los Raptors. Su net rating, que antes era el peor del equipo con diferencia (-7; Norman Powell era segundo por la cola con -0,6) ha sido 36,4 desde entonces, una cifra bárbara y que resulta casi irreal. Pensad lo que supone realmente que un jugador haga a su equipo más de 36 puntos mejor que el rival por cada 100 posesiones durante tres partidos consecutivos.

Pero más inverosímiles son si cabe sus porcentajes en el tiro. En sus 15 primeros encuentros en postemporada, VanVleet promediaba un pobre 25,6% de acierto, y solo había conseguido convertir 8 triples en sus 41 intentos. En los tres últimos, el dato de acierto es del 68% en tiros de campo y del 82,4% (14/17) desde el perímetro, lo que supone un true shooting del 96%. Leéis bien: 96%. Lo dicho, irreal.

La única pregunta que cabe hacerse ahora es si podrá mantener un nivel cercano a este frente a Golden State. De hacerlo, los Warriors deberán empezar a preocuparse seriamente, pues Fred ha demostrado que Kawhi no es el único capaz de firmar cifras monstruosas a la hora de la verdad.

(Fotografía de portada: Gregory Shamus/Getty Images)


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