Viendo el ritmo fulgurante que llevaba Anthony Davis desde que empezó a cincelar su historia en la NBA, y especialmente el nivel exhibido en el momento de firmar su contrato de renovación con los New Orleans Pelicans, hacía pensar en algo como muy poco probable no rubricar la letra pequeña del mismo para embolsarse los 145 millones de dólares en cinco años a los que podía aspirar.
Y es que parte de esos 145 kilos, como nos recuerda Justin Verrier de ESPN, estaban supeditados a que ‘La Ceja’ cumpliera los requisitos de lo que se conoce en el laberíntico mundo contractual de la NBA como la ‘Derrick Rose rule’.
Si un jugador es designado para firmar conforme a esta cláusula, su equipo puede ofrecerle más dinero si alcanza cierto grado de reconocimientos. Ha de cumplir, al menos, una de estas tres cosas.
- Ser MVP de la temporada.
- Haber sido elegido al menos 2 veces como titular para el All-Star Game .
- Seleccionado como miembro de algún All-NBA team.
¿Entre los 15 mejores del momento?
El MVP podemos darlo por descartado porque, salvo total sorpresa, éste ya tiene nombre, apellidos y juega en los Warriors. El nombramiento para el All-Star parecía algo relativamente sencillo. El año pasado fue de la partida desde el balón al aire inicial, pero este curso se quedó fuera de entre los cinco titulares del Oeste tras el voto popular y solo acudió por la deferencia de la liga como suplente.
En este espectro, sólo le resta un cartucho operativo para no perder casi 25 millones de dólares. Porque de no ser incluido en ninguno de los tres ‘Mejores quintetos de la temporada’ —selección que corre a cargo ciertos miembros de los medios de prensa— «sólo» cobrará poco más de 120 millones de dólares.
«Es el contrato, es el contrato. 24 millones de dólares… no puedo controlarlo. Sólo puedo controlar lo que puedo controlar, y eso está ahí en la pista. Sólo puedo salir a la cancha y jugar», ha dicho el propio Davis al respecto.
Su temporada, en datos, pinta del siguiente modo. Su equipo está practicamente fuera de Playoffs (25-42) tras recibir varios ritos vudú en favor de la enfermería. En cuanto a su balance personal, Davis, a sus 23 años, promedia esta temporada 24,4 puntos, 10,4 rebotes y 2,1 tapones en 60 partidos jugados. Su PER se cifra en 25,25; el séptimo mejor de la liga.
Parece ser que, si nada raro ocurre, al pívot de los Pelicans debería bastarle para entrar en alguno de los tres mejores quintetos de la temporada y cobrar esos 24 millones… ¿vosotros que opináis, lectores?