Ha llegado la hora de apretar los dientes y los Lakers no piensan quedarse atrás. Habiendo vivido un año de constantes altibajos, ahora están dispuestos a ser el mejor equipo posible y, por supuesto, obligar a todos los equipos que le preceden en la clasificación a seguir ganando partidos. ¿El mejor ejemplo? La remontada de esta noche en Milwaukee.
Los chicos de Darvin Ham se plantaban ante Giannis Antetokounmpo y compañía sin LeBron James. Sí, un problema físico apartaba a El Rey del encuentro y todo parecía nublarse para los de oro y púrpura, sobre todo porque a ocho minutos del final caían por hasta 19 puntos… Llegados a ese punto podían bajar los brazos y pensar en la siguiente noche, pero no lo hicieron. Primero llevaron el partido a la prórroga con un parcial final de 10-0, después forzaron la segunda con dos tiros libres y ya en esta cerraron la que es sin duda una épica victoria.
“Fue uno de esos momentos en los que podías pasar página y pensar en mañana para prepararte para el siguiente partido… o salir y competir al 110% y darte una oportunidad o al menos intentar darte una oportunidad de volver a estar en la lucha por el partido», comenta Austin Reaves.
Tanto el joven guard de los Lakers como el resto del equipo optaron por la opción de pelear hasta el final. Reaves logró el segundo triple-doble de su carrera con 29 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias, mientras que Anthony Davis jugó hasta 52 minutos para firmar un enorme doble-doble de 34 puntos y 23 rebotes.
Con esta victoria los Lakers alcanzan un balance de 40-32 que prácticamente les asegura su presencia en el play-in y que les sirve igualmente para mantenerse alerta por si los equipos que le preceden se despistan, ya que se encuentran a tres partidos de la sexta plaza que ocupa Dallas Mavericks-
Giannis, dolido
Si en los angelinos todos era euforia, para los Bucks fue un golpe duro. De tener el partido controlado y casi ganado pasaron a ver este se convertía en una auténtica debacle. Así lo explica Giannis Antetokounmpo, el mejor de los de Wisconsin con un enorme triple-doble de 29 puntos, 21 rebotes y 11 asistencias.
«Tenemos que ver de nuevo este partido y aprender de él. Hay que analizar por qué no pudimos detenernos, observar por qué la pelota no se movía en la recta final del encuentro. En definitiva, mirar por qué perdimos. Muchos balones sueltos fuimos incapaces de conseguirlos en la disputa», finaliza.
(Fotografía de Stacy Revere/Getty Images)