Avery Bradley no se unió a sus compañeros para formar parte de la burbuja de la NBA en Disney World pero se aseguró de que su liga hermana, la WNBA, realizara con éxito la suya.
Junto a su esposa Ashley, el escolta de Los Angeles Lakers donó cerca de 30.000 dólares en suministros, material y todo lo necesario para ayudar a las jugadoras. La familia Bradley se puso en contacto directo con la cúpula de la WNBA para preguntar si necesitaban algún tipo de ayuda económica y asegurar la viabilidad de la burbuja que estaban organizando en Bradenton, Florida. La pareja solicitó una lista que recogiera todos aquellos materiales o provisiones que pudieran ser útiles para las jugadoras durante su confinamiento.
Si bien la NBA no ha escatimado en gastos para asegurar la finalización de su temporada —se habla de una inversión cercana a los 150 millones de dólares—, la WNBA no puede permitirse los mismos recursos y el apoyo recibido ha sido mucho menor. Mientras que los jugadores de la NBA se alojaron en hoteles de lujo dentro del resort de Disney World, las jugadores de la WNBA tuvieron que conformarse con hacer vida dentro del campus de la academia IMG.
El especialista exterior de los Lakers sabía que su pequeño gesto marcaría una gran diferencia para la mejora de las condiciones de las jugadoras durante su estancia en Bradenton.
Avery Bradley no viajó a Orlando junto a la plantilla angelina para cuidar a su hijo mayor, quien sufre de problemas respiratorios. Una ausencia delicada a la que, finalmente, los Lakers se han podido sobreponer para conquistar el campeonato. Un anillo que también recibirá el escolta, tal y como había comunicado la organización nada más concretarse su renuncia.
A pesar de su ausencia física, Bradley siguió en todo momento la actualidad de su equipo y se mantuvo en contacto con el entrenador Frank Vogel. Nada más confirmarse el título de los Lakers, el jugador reconoció haber vivido con intensidad toda la burbuja pese a no haber estado presente.
(Fotografía de portada de Harry How/Getty Images)