Boston ha concluido en la segunda posición de la Conferencia Este. Dicho así, y dada la gran competencia por entrar en playoffs, parece claro que es un gran logro. Sin embargo, de igual modo es uno que puede hacer que se enfrenten en primera ronda de playoffs a Brooklyn, y eso ya no suena tan bien.
Los neoyorquinos han terminado la temporada regular en la séptima plaza tras ganar a Indiana en la última jornada. Aún no saben si esa será su puesto definitivo, ya que para asegurarlo deben vencer a Cleveland en el play-in, pero jugando en casa y tras una racha de cuatro triunfos consecutivos, es probable que así sea. Cuestionado por ello, el head coach de los Celtics, Ime Udoka, asegura que no es algo que tenga importancia.
«Estábamos preocupados por nosotros mismos y porque algunos chicos consiguiesen algo de rodaje», comenta en alusión al hecho de saber que un triunfo ante Memphis les colocaba segundos con la opción de enfrentarse a los Nets.
Porque así era. Al haberse jugado antes el partido de Milwaukee, tenían conocimiento de la derrota de estos y de lo que suponía ganar. No jugaron con ello. Fueron a por otro triunfo –el vigésimo en los últimos 26 encuentros– y llegan repletos de confianza a la postemporada.
«Lo conseguido es algo emocionante. No sé a mediados de enero esto era una posibilidad. Nos habríamos conformado con ser quintos o sextos. Estar en esta posición es un testimonio de cómo es nuestro grupo», comenta Al Horford.
Más allá de cuál acabe siendo su rival en la primera ronda, lo que es indudable es que los verdes llegan en forma. Jayson Tatum ha alcanzado los 30 puntos en 12 de los 21 partidos disputados desde el parón por el All-Star y el funcionamiento colectivo raya el de los mejores momentos de Boston; no en vano son la mejor defensa de la NBA al permitir únicamente 106,2 puntos por cada 100 posesiones.
(Fotografía de Justin Ford/Getty Images)