Chris Paul comprende perfectamente la enorme dimensión de los acontecimientos que han marcado el día a día de la población durante los últimos ocho meses. Corren tiempos difíciles. Inesperados. Sin antecedentes de tal magnitud. Y eso significa que es prácticamente imposible hallar soluciones perfectas para los problema que enfrenta la sociedad en general. Y la NBA, en particular.
En su condición de presidente de la Asociación de Jugadores de la NBA, Paul admitió que el sindicato y la liga continúan trabajando en los numerosos detalles que deben resolverse antes de que dé comienzo la nueva temporada el próximo 22 de diciembre.
Todos aquellos asuntos relacionados con el aspecto económico están resueltos en gran medida después de que ambas asociaciones hayan anunciado la decisión de mantener inalterable el límite salarial para el próximo curso. Pero las cuestiones que conciernen a la salud y seguridad de las personas aún se están estudiando y el base de los Thunder reconoció que no está seguro todavía de «cómo será la temporada.»
«Aún quedan muchas preguntas por responder», admitió Paul en unas palabras recogidas por NBA.com. «Pero estamos trabajando en ello. Nada es perfecto y hay muchas cosas que las estamos aprendiendo sobre la marcha. Lo único que está bajo control en este momento es ese virus. Estamos trabajando duro para asegurarnos de que no solo los jugadores estén contentos, sino también los aficionados.»
Los casos de positivo por COVID-19 se están disparando en algunas zonas del país y la presencia o no de aficionados dependerá de cómo se desarrolle la situación y de la propia legislación local. Así, nos encontramos con escenarios tan dispares como el de los Warriors, quienes planean jugar con un 50% del aforo, y los Lakers, donde empezará la temporada sin público. Por su parte, los Thunder han puesto en marcha un protocolo mediante el cual intentarán abrir las puertas del Chesapeake Energy Arena, pero todavía se desconoce el número de seguidores al que se les permitirá el acceso.
«Ninguna de las cosas con las que todo el mundo está lidiando en este momento supone una situación ideal», prosiguió el presidente de la NBPA. «Ninguna. Pienso en nosotros y tenemos la oportunidad de jugar, ¿verdad? Pero también pienso en mis hijos, que están recibiendo clases en línea día tras día. Entonces, las decisiones que estamos tomando nosotros… Tenemos la suerte de estar en la situación en la que estamos. Como dije, la situación no es ideal pero trataremos de que todo funcione.»
Paul también fue cuestionado sobre aquellos rumores que sitúan su nombre en hipotéticas situaciones de traspaso. No obstante, no esclareció nada al respecto de cuál será su destino durante la temporada 2020-21, en la cual se embolsará alrededor de 41 millones de dólares.
«Tengo 35 años y la oportunidad de jugar al baloncesto cada día, que es mi forma de ganarme la vida. Eso es una locura en sí mismo, así que pase lo que pase, estaré listo para ello.»
(Fotografía de portada de Kim Klement – Pool/Getty Images)