Una lesión siempre es un golpe duro, pero al menos los Bulls están viviendo ciertas consecuencias muy positivas. La ausencia de Zach LaVine, quien no volverá a jugar hasta la próxima temporada tras decidir pasar por el quirófano, ha hecho que una pieza que estaba hasta cierto punto olvidada dé un enorme paso al frente. Así es. Coby White ya no es un jugador que pueda sorprenderte desde el banquillo, sino una que puede echarse al equipo a sus espaldas y remontar 23 puntos a los Minnesota Timberwolves; sí, a uno de los mejores equipos de la actual temporada NBA.
El guard de Chicago finalizó su espectacular noche con 33 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias, pero más allá de eso golpeó al rival en el momento más necesario, en un último cuarto en el que firmó hasta 21 puntos para poner al United Center en pie y abrir una rendija para que los de Illinois terminasen ganando en la prórroga por 129-123. En cualquier caso, White aboga por no tener que verse obligados a realizar tal esfuerzo.
«Empezamos a hacer tiros y el público comenzó a participar y a apoyarnos. Simplemente cambiamos el impulso del juego. Pero no es una forma divertida de vivir el cavar un hoyo así. Tenemos que encontrar una manera de al menos no hacer que la primera mitad y la segunda mitad parezcan tan drásticamente diferentes», señala White.
Mientras el base de 23 años firmaba un excelente partidos, muchos de sus compañeros no se quedaron atrás. DeMar DeRozan también llegó a los 33 puntos, Nikola Vucevic firmó 24 y Andre Drummond logró un doble-doble de 16 puntos y 16 rebotes. El pívot montenegrino dijo hace poco que pese a la lesión de LaVine tienen suficiente para competir. Tras noches así es difícil quitarle la razón.
38 para Edwards
Minnesota parece estar listo para vivir una fiesta cuando a mitad de partido dominaba por 23 puntos, pero todo se fue complicando por momentos pese a que Anthony Edwards logró hasta 38 puntos. Una de las mejores defensas del actual curso empezó a sufrir más de lo esperado y el desenlace fue padecer la que hasta cierto punto es una derrota inesperada. Chris Finch, entrenador del equipo, cree que perdieron la concentración.
«Lo cierto es que la defensa se vino abajo y el ataque en la recta final del partido tampoco fue demasiado bueno. Un par de pérdidas de balón fueron clave. Además, a veces cada uno intenta ganar el partido por su cuenta», sentencia el técnico.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)