David Levy, presidente de Turner Sport, acaba de confirmar a través de las redes sociales la noticia que no queríamos ver ni en pintura: el fallecimiento Craig Sager, un periodista irrepetible. Ha emitido el siguiente comunicado.
«Craig Sager ha sido un miembro muy querido de la familia Turner durante más de treinta años y ha sido una verdadera inspiración para nosotros. Nunca habrá otro Craig Sager. Su increíble talento, su incansable ética de trabajo y su dedicación, le hicieron ser conocido en todo el mundo.
A pesar de que será especialmente recordado por sus coloridos atuendos mientras entrevistaba a pie de cancha a entrenadores y jugadores de la NBA para la TNT, su determinación, su actitud y las ganas de vivir que mostró en su batalla contra el cáncer, serán realmente su última impronta.
Siempre seremos Sager Strong»
Casi dos años de inagotable lucha
Nadie podrá decir que se ha ido sin dignidad. Se marcha con toda la del mundo, habiendo dado hasta su último gramo de esfuerzo, de contumacia, de energía y, sobre todo, de injustificada alegría. Porque si bien lo natural es que el mundo entero hubiera estado tratando de consolar a Sager, más bien ha sido Sager el que ha estado consolando a todo el mundo. Una lección de hombría, de valentía, de saber estar y de optimismo ante la vida e imperturbabilidad ante la muerte, realmente intachable.
En abril de 2014 daba un paso atrás. El cáncer le obligaba a recular por primera vez. Tocaba centrase en lo que sería una batalla de terrible desgaste. Sin embargo, un periodista de trinchera como Sager no se dejaría amilanar con facilidad, y 11 meses y 25 kilos menos después, hacía su retorno a la primera línea de los pabellones.
Ahí, gracias al trasplante de células madre e intensivos cuidados médicos, parecía estar totalmente recuperado. Sin embargo, hace apenas unos meses, el pasado marzo, recibíamos un mazazo directo en el estómago. La maldita leucemia había vuelto aparecer y con una virulencia terrible. El diagnóstico fue demoledor: seis meses le daban los médicos. Por desgracia su margen de error ha sido escaso.
Reconocimiento mundial
Desde entonces las muestras de apoyo, cariño, reconocimiento y homenaje no han parado de sucederse. El indómito reportero ya advirtió que pelearía hasta el final; que tenía a los mejores médicos del país a su disposición, y que si debía perder esta batalla, le haría sudar lo suyo a la condenada enfermedad.
Oír a LeBron James y al propio Sager dándose muestras mutuas de respeto y admiración, ver a todo el Oracle, a Steve Kerr y a un abuelo gruñón como Popovich vistiendo corbatas festivas y ropas llamativas en su honor… quién siembra recoge; y Sager sembró campos enteros.
Incluso un ente jurídico y carente de emociones como Nike, quiso tener su gesto inmortalizando su peculiar estilo en unas zapatillas que no pasarían desapercibidas ni en un parque de atracciones.
De últimas de hecho, hace apenas unos días, como si estuviera escrito en su epitafio, se anunciaba su entrada en el Hall de la Fama de la Comunicación. Hace tan solo dos días tuvo lugar la entrega de estos premios.
Referente humano y periodístico
Se ha ido un grande. Un grande en todos los sentidos. Como profesional y como persona. Sager, único, querido e inolvidable.
Honraste siempre a tu profesión y a todos los que la ejercemos, y tu huella no se borrará fácilmente; así como tampoco se borrará lo que se nos generaba automáticamente al verte con un micrófono en la mano y una americana discreta cubriendo tus espaldas: una inevitable sonrisa de complicidad.