La derrota de Golden State en San Antonio por 87 a 79 dejó señalado a un jugador, Stephen Curry.
El base de los Warriors no pudo quitarse de encima a la defensa que Gregg Popovich preparó para él y terminó la noche con 14 puntos y un paupérrimo 4 de 18 en tiros de campo. Curry incluso recibió un tapón en un intento de triple durante el segundo cuarto, la primera vez que algo así ocurría en toda la temporada.
«No he conseguido que hayamos estado a gusto en ataque», reconoció Curry. Los Spurs no dejaron que el actual MVP tuviera tiros sencillos y vigilaron todos sus movimientos desde que cruzaba la línea de media pista, impidiendo que pudiera lanzar sus habituales triples de ocho y nueve metros.
«Tratamos de aprovechar el espacio que nos dieron lanzando un montón de veces desde el perímetro», explicó Curry. “Eso está bien si los tiros entran. Pero fallé mi primer triple y tuve problemas en el primer cuarto. Hay que ser capaces de atacar la canasta y penetrar más».
Thompson, parecido rendimiento
Aunque la importancia de Curry es superior a la de cualquiera de sus compañeros en el rendimiento de Golden State, no hay que pasar por alto que tampoco fue la noche de Klay Thompson. El escolta apenas consiguió encestar uno de los siete triples que intentó para concluir con 7 de 20 en tiros de campo y 15 puntos en su haber.