DeMar DeRozan y Dillon Brooks fueron los protagonistas del momento pasado de revoluciones de la noche. Ambos jugadores se enzarzaron en una pequeña pelea después de que el de los Bulls cometiera una dura falta sobre Jalen Green, iniciando una tangana que terminó con ambos expulsados.
En contra de lo que cabría esperar dada la fama que precede a cada uno, no fue Brooks quien dio inicio al incidente, pues lo que hizo el canadiense fue salir en defesa de su compañero. Y es que, a falta de 6 minutos para el final del tercer cuarto, DeRozan prácticamente placó a Green durante la defensa de un bloqueo, derribándolo y dejándolo en suelo con ostensibles gestos de dolor. Dillon procedió entonces a recriminar al alero la acción y ambos terminaron encarándose, teniendo que ser separados por otros jugadores y asistentes de ambos equipos, algunos de los cuales acabaron cayendo al suelo.
Tras la acción, ambos jugadores fueron expulsados, aunque por motivos diferentes. Los colegiados revisaron la falta de DeRozan y determinaron que se trataba de una acción lo suficientemente excesiva como para señalar una falta flagrante de tipo 2, mientras que Brooks recibió una técnica y fue expulsado por haber escalado la situación.
«Me gustaría que no lo hubieran expulsado, pero sí me gusta que haya salido a defender a su compañero» comentó Ime Udoka, que respaldó a su jugador. «Él simplemente se acercó y no dijo nada del otro mundo, pero parece que las reglas dicen que hay que expulsar a quien instiga la tangana a pesar de la agresión de DeRozan».
Billy Donovan, por su parte, defendió también a su hombre: «No creo que DeMar tuviera la intención de cometer una flagrante de tipo 2. Claramente hizo falta y claramente era una flagrante, pero dudo que su intención fuera esa. De hecho me sorprendió que se señalara como de tipo 2 y que fuera expulsado».
Séptima seguida para Houston
Esta acción no cambió demasiado el devenir del choque, que estuvo dominado por los Rockets casi de principio a fin y que acabó cayendo del lado de los texanos por 127-117, dándoles su séptima victoria consecutiva. Chicago, que llegó a verse 19 abajo en la primera mitad, logró recortar distancias y volver a aferrarse al partido, pero nunca logró culminar la remontada y acabó viendo cómo el triunfo se le escapaba de nuevo de las manos.
Jalen Green fue el mejor de los locales con 26 puntos, mientras que Dillon Brooks fue segundo con 23 pese a poder disputar solo 25 minutos antes de ser expulsado. DeRozan, por su parte, llegó a los 16, cediendo al rol de líder de los Bulls a Ayo Dosunmu que, con 35 tantos, volvió a dar muestras de su crecimiento ofensivo.
(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)