La carrera de Derrick Rose no se puede calificar precisamente como una montaña rusa. Desde que el base lograse ser elegido MVP de la temporada en el año 2011 la cuesta abajo ha sido prácticamente constante hasta el punto de que este pasado verano la oferta más interesante que recibió fue por el mínimo salarial.
Pero Rose, con la oportunidad de ser el base titular del subcampeón de la NBA durante al menos dos meses, quiere que desde ahora haya un punto de inflexión y lo que venga sea mejorar y no estar pensando de forma constante en la revancha y en demostrar que sus críticos se equivocan.
“Estaba en un lugar oscuro hace años”, comentó Rose a ESPN este sábado. “Lo que quiero decir con un lugar oscuro es que estaba jugando una especie de baloncesto revanchista y esa no era mi forma de jugar al baloncesto”.
Rose se sinceró con el periodista que le hizo la entrevista, mostrando una mezcla de arrepentimiento y decisión a la hora de encarar esta nueva era en su actividad como jugador de Cleveland Cavaliers, nada que ver con el periodo que inició en noviembre de 2013 cuando volvió a jugar tras 18 meses de baja para apenas poder disputar diez partidos antes de volver a caer lesionado para toda la temporada.
“Disfruto compitiendo, pero cuando volví solo estaba tratando de volver a lo más alto y demostrar a todo el mundo que estaban equivocados. Pero ahora sé quien soy como hombre, sé quien soy como jugador o como persona. No tiene sentido hacer algo así más. Se trata solo de estar seguro como persona y saber quien soy”.
Cambio de rol
Al parecer Rose ha empezado la pretemporada impresionando a sus compañeros mostrándose en una excelente forma. En Cleveland tendrá la oportunidad de dar un giro a su carrera de 180 grados y la primera opción en la que deberá pensar cuando tenga el balón en sus manos será en el pase y luchará por el título por primera vez en muchos años.
“Debo hacer mi juego”, explicó Rose. “Antes de llegar a la Liga me veía como un facilitador. La NBA me convirtió en un anotador. Tenía que anotar en mi primer año con los Bulls y creo que ahora veréis mis habilidades como pasador una vez que he llegado aquí. Mi trabajo es facilitar, ser agresivo al mismo tiempo, ser una amenaza constante cuando tenga el balón”.
“¿Puede alcanzara de nuevo el nivel de súper estrella ahora que está con los Cavs?”, preguntaron a Tyronn Lue, entrenador de Cleveland. “Por lo que he visto, sí”, respondió el técnico.
La explicación a su tiro exterior
Este año parece que Rose tirará más triples tras promediar menos de un intento de tres puntos por partido el año pasado. La razón a tirar tan pocos lanzamientos exteriores también hay que buscarla a su pensamiento analítico a la hora de buscar un nuevo contrato.
“El año pasado, cuando tiraba solo 14 o 15 tiros y querían que tirase cuatro o cinco triples, ¿sabes lo eficiente que tienes que ser con los otros ocho o nueve tiros para promediar algo cercano a 30 puntos? Al final, cuando te pagan, miran los números”, explicó Rose.
“Así que si tiro cuatro o cinco triples al día y no soy eficiente con los otros ocho o nueve tiros, solo promediaré ocho, nueve o diez puntos por partido, ¿así que por qué lanzarlos? Y estábamos perdiendo. Conozco mis puntos fuertes y parte de mi juego y no tirarlos el año pasado fue por ser tener y conocer quien soy y mi juego. Este año he estado trabajando en ello”.
Un último año de claros y oscuros
La pasada temporada, en su único curso con New York Knicks, Derrick Rose promedió 18 puntos, 4,4 asistencias y 3,8 rebotes con un 47,1 por ciento en tiros de campo en 64 partidos, números que a simple vista le podrían acercar a un base de élite; sin embargo la realidad es que en julio apenas tuvo contactos con unos pocos equipos que no estaban dispuestos a ofrecerle más del salario mínimo de veterano.
¿Por qué? A pesar de los números Rose no se reveló como un jugador de equipo, fracasó en defensa, siguió naufragando en los triples —13 de 60—, muchas veces hizo la guerra por su cuenta y volvió a sufrir una lesión de rodilla que ha requerido un nuevo paso por el quirófano. Aunque seguramente lo peor fue la espantada que protagonizó en enero cuando no se presentó a un partido sin avisar a su equipo, un escándalo que no le hizo ningún bien.
“Me he preparado para esta situación, esta etapa, durante mucho tiempo”, añadió Rose. “Preparando mi cuerpo, preparándome mentalmente, emocionalmente, espiritualmente, tratando de estar bien preparando para esta esta etapa y esta oportunidad. Siento que estoy en una gran situación con estos chicos. Todo el mundo está concentrado. Me encanta el cuerpo técnico, me encanta la directiva, me encanta todo sobre ello y me encanta Cleveland. Eso ayuda mucho”.