El «casi traspaso» de Ricky a los Bucks

Manoseado su contrato y sobado su nombre. Así fue la figura de Ricky Rubio tratada durante el mercado invernal, por lo que pudo filtrarse entre los medios. Ahora sabemos un poco más de cómo se desarrolló la historia.

Los Milwaukee Bucks resonaron de forma potente como destino del base español. Lo temimos aquí y lo supo en última instancia el propio Ricky.

Milt Newton, general manager de los Minnesota Timberwolves, confesó los conatos de traspaso que se urdieron en sus oficinas. Según Ricky, Newton le comentó que «casi lo traspasan, pero que al final no se hizo porque los Bucks no les ofrecieron lo que pedían».

Justificación de Newton

«Cuando un GM viene y te dice que ha estado a punto de suceder esto, duele, pero tienes que ser un profesional. Has estado pensando toda tu carrera que te apoyan y de repente te das cuenta de que en algún momento no lo hicieron. Pero soy un profesional y lo daré todo. Amo jugar al baloncesto y cada vez que salgo a la pista quiero ganar», ha afirmado R.R.

Al parecer, según el jefe de orquesta, todo fue un malentendido. «Nunca le dije que hubiésemos llamado a otro equipo para traspasarle, pero es mi deber escuchar. Ricky es extremadamente valioso para nuestra organización», se ha explicado Newton.

Lavado de cara tras el All-Star

Esta última afirmación de Newton gana en firmeza si juzgamos al playmaker a partir desde el parón del All-Star. Dicho fin de semana significó un punto de inflexión.

Desde esa fecha, Ricky promedia un 42% en tiros de campo cuando en su carrera hablamos de un jugador de 36%. En triples está en un estupendo 38%, y en las inmediaciones del aro maneja una confianza igual de colosal, concluyendo las jugadas con un 51,3% de acierto cuando en sus cuatro temporadas previas apenas reflejaba un 33,9%.

«Es la vez que mejor me estoy sintiendo», ha asegurado Ricky sobre su tiro. «En los últimos doce partidos he metido al menos uno o dos triples. No tengo miedo de tirar».

Por fin sano

Y todo lo bueno de los tres párrafos anteriores pueden que vengan como consecuencia de este apartado. Y es que Ricky, finalmente, ha dejado de lesionarse. Tras no saber apenas lo que era un esguince durante su formación como jugador en España, esto se convirtió en una pesadilla llegado a USA.

Su magia está presente y de manera ininterrumpida en los Wolves desde el 29 de noviembre, y se encuentra a sólo cinco partidos de tener su primer verano tranquilo en años. En su curso de novato fue la rodilla, la campaña pasada el tobillo, y el propio Rubio, ante Associated Press, reconocía cuestionarse su potencial físico. «Diablos, ¿no podrá mi cuerpo lidiar con esto? Estoy muy contento de como ha ido [su cuerpo] esta temporada. Estoy muy orgulloso».

«Está trabajando en la sala de pesas, está trabajando en su cuerpo. Se está cuidando y se está convirtiendo en un ser resistente», ha dicho su técnico, Sam Mitchell, a lo que ha añadido un dato clave, «y sólo tiene 25 años».

Con ésta serán 12 ya las temporadas consecutivas que en Minneapolis se quedan sin Playoffs. Ricky, como reconocen desde NBC Sports, disfruta del cartel de ser uno de los mejores pasadores y defensores de la NBA. Que mantenga y siga elevando su nivel, junto al de las grandes promesas que crecen a su lado, se antoja esencial para que los aullidos vuelvan a retumbar entre la élite del básquet americano.


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