No deja de sorprender la plasticidad y velocidad de movimientos que aglutina Giannis Antetokounmpo con sus 2,11 metros de altura. Anoche, en la derrota de sus Bucks ante OKC dejó una de esas estampidas al contraataque a las que nos está habituando.
Dichas acometidas suele finalizarlas con mates portentosos . En esta ocasión, fue esa creencia precisamente la que empujó a Andre Roberson a volar con el objetivo de encontrar el tapón. En esas, el griego, tras marcharse de Durant, realizó una gran maniobra en la que amagó el mate en primer lugar para, tras la primera finta, machacar en segunda instancia mientras Roberson «se comía» el engaño.
«The Greek Freak» en estado puro.
