Hay victorias que, aunque cuentan lo mismo que las otras, mentalmente valen más. Salir victorioso de un cara a cara ante los vigentes campeones es de esas que valen doble; hacerlo sobre la bocina, el triple. Por eso, si hay un día para que los Mavericks crean en sí mismos, ese día es hoy.
Kyrie Irving fue el encargado de doblegar a los Nuggets en el último segundo, anotando mientras el partido acababa la canasta que puso el 107-105 y dio a los texanos el un triunfo en un choque que puede haber sido el anticipo de la primera ronda de playoffs. Y no lo hizo de cualquier manera, sino sacándose de la chiste un tiro con su mano mala (o la menos buena) que llevó la locura al American Airlines Center de Dallas.
La cosa no pintaba tan bien apenas medio minuto antes, cuando Jamal Murray aprovechó el espacio generado por un bloqueo directo de Jokic para anotar un triple que puso a los suyos 102-105. No obstante, esta diferencia duraría muy poco, ya que, tras el tiempo muerto solicitado por Kidd, los locales lograron que Luka Doncic recibiera con espacio tras el saque de banda para que convirtiera en catch & shoot un lejano triple que igualó el choque. Y lo que fue más importante, lo igualó asegurándose de que quedaban más de 24 segundos en el marcador. Pasara lo que pasara, Dallas tendría una última opción.
Así, tras el fallo de Murray en un tiro que podría haber dado la victoria a Denver, los texanos contaron con 2,8 segundos en el crono para buscar la hazaña. Irving recibió un bloqueo indirecto de P.J. Washington, quedó emparejado con Jokic tras el cambio de asignación, aprovechó su velocidad para sacar algo de espacio e improvisó un gancho con la zurda que cualquier otro habría enviado directamente a la grada. Pero que en manos de uno de los mejores finalizadores de la historia, se convirtió en la proeza de la noche.
Kyrie llegó así a los 24 tantos, y fue segundo en esta faceta solo por detrás de los 37 de Luka Doncic. El esloveno fue, hasta la posesión final, la gran figura de los locales, permitiendo a los suyos mantenerse con vida en todo momento, pero acabó cediendo al protagonismo a su compañero de backcourt.
Quien no fue tan protagonista como de costumbre fue Nikola Jokic, que ofreció una de sus versiones más humanas. El pívot se quedó en apenas 16 puntos tras firmar un pobre 6/16 en tiros de campo, y aunque sus 11 rebotes y 7 asistencias le permitieron contribuir, estuvieron lejos también de las cifras dominantes a las que acostumbra. Jamal Murray y Michael Porter Jr., con 23 y 20 tantos respectivamente, comandaron la anotación visitante, pero no pudieron evitar un tropiezo que deja a los de Colorado ligeramente por detrás de OKC en la lucha por el liderato del Oeste.
(Fotografía de portada: Ron Jenkins/Getty Images)